Las tortugas son una de las mascotas preferidas para los niños, ya que son relativamente fáciles de cuidar y son ideales como primer animal de compañía para que los más pequeños aprendan las responsabilidades que conlleva tener una mascota. Sin embargo, es importante saber que las tortugas requieren de unos cuidados especiales durante el invierno.

Estos reptiles hibernan durante los meses de frío, pero no todo el mundo que vive con una de estas especies sabe cómo cuidarlas durante la hibernación. Para ello, es necesario seguir unas pautas y evitar así que sufra cuando bajan las temperaturas. Y por ello os hemos preparado una pequeña guía sobre la hibernación de las tortugas.

Las tortugas y el invierno

En primer lugar, debes saber que no todas hibernan, por lo que no te sorprendas si tu tortuga no está en fase de "brumación", que es como se denomina en los animales de sangre fría. Pero, antes de empezar la hibernación debes controlar el estado de salud de tu reptil, ya que si tu tortuga está débil o enferma sus posibilidades de sobrevivir a este proceso natural se reducen. Lo ideal es que acudas al veterinario para hacerle un chequeo general antes de que comience la época más fría. Si tu tortuga tiene heridas, roturas en el caparazón, ojos hundidos, secreciones (ojos, boca, cloaca o nariz) o patas y cola secas; es conveniente que evites la hibernación manteniéndola en un clima templado.

Cómo preparo a mi tortuga para la hibernación

Los aspectos claves a tener en cuenta para la hibernación de las tortugas son la alimentación previa, el refugio y la temperatura. Si tu tortuga no come suficiente durante las semanas previas a la hibernación o está por debajo de su peso habitual, es aconsejable que la sobrealimentes con carbohidratos y vitamina A (zanahorias, manzanas, melocotones, calabaza o alfalfa) para ayudarla a generar sus reservas de grasa para aguantar hasta la primavera.

Otro factor a tener en cuenta es la evacuación, para ello deberás alimentarla con fibra, lo que ayudará a tu mascota a vaciar sus intestinos antes del letargo. Si tu tortuga no hace sus necesidades regularmente, un truco ideal para ayudarla a evacuar es colocarla en un recipiente con agua a 30ºC hasta que lo consiga.

Por otra parte, deberás acondicionar un refugio adecuado para que tu tortuga hiberne de forma tranquila y cómoda. Además, debes inspeccionarla cada una o dos semanas para evitar problemas. La forma ideal de control es pesarla antes del letargo y después pesarla periódicamente, teniendo en cuenta que no debe perder más de un 1% de su peso por cada mes. De esa forma detectarás signos de infección, enfermedad o mala hibernación. También es importante no encontrar ni orina, ni heces, ni signos de depredadores.

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Otro punto relevante para la hibernación de las tortugas es la temperatura. La ideal es 4,5 grados centígrados, pero es posible mantener una temperatura entre 1,5 y 7 grados centígrados. Una temperatura demasiado baja podría causar la muerte de la tortuga.