Cantante de Chambao. "Cuando estoy en el escenario siento una explosión de alegría", con?esa la cantante malagueña, que sigue sin descanso recorriendo todo el mundo mostrando sus temas luminosos y esperanzadores.

¿Qué aportan diez años a la hora de subirse a un escenario? ¿La ilusión continúa intacta?

Estamos vivos, nos pasan cosas, es verdad que no te subes de la misma manera a un escenario como al principio, ahora es mejor, el gusanillo de antes de salir lo siento como el primer día. Es un estado de nervios positivo, nervios que te agarran fuerte y pasado un ratito se van soltando. La ilusión sigue estando, todo lo vivo como el estado presente en el que me encuentro. Nos encontramos un montón de gente que lo que nos une es la música y las ganas de pasarlo bien.

¿Alguna vez ha sentido la necesidad de desconectar, como le ha sucedido a Pastora Soler?

Creo que se trata de algo que nos pasa a todos, no solo en el mundo de la música. Hay veces que necesitas

desconectar, hacer otras cosas, vivir otras historias. Yo decidí descansar un tiempito en 2010. El parón fue realmente no estar de gira, me apetecía quitarme de en medio. Me elaboré un disco nuevo que empecé a maquetar en 2011 y salió en 2012.

¿Dónde encuentra la energía para recargar pilas?

Me gusta disfrutar la cercanía de los míos, encontrar momentos de soledad. El campo, el­mar, la naturaleza... me devuelven a mí misma.

Usted nunca se imaginó ser cantante y ha llegado a tocar las estrellas. ¿Cómo mantenerse con los pies en el suelo, ocupando portadas de revistas y siendo un grupo masivo?

Me gusta escribir, componer, cantar... además de otras cosas y tanto cuando estoy en el escenario como cuando no, soy una persona más, busco mi rinconcito, mi hueco, en medio de tanta gente que habitamos en este planeta. Al ?n y al cabo esto hoy es así y mañana quién­ sabe

.

¿Chambao sigue abriendo nuevos mercados?

Hemos estado de gira por Latinoamérica, acabamos de visitar por primera vez Uruguay y estamos contentísimos con la acogida tan cariñosa que hemos recibido. ¡Las puertas abiertas y sold out! En el mismo tour volvemos también a Argentina y Chile, cita obligada para Chambao en donde nos sentimos como en casa.

¿Qué ve en las primeras ?las de sus conciertos?

Brillo en los ojos, sonrisas, gente de diferentes edades, críos, caras conocidas, otras nuevas... Mucha alegría. Gente con ganas de que se produzcan cambios en esta sociedad.

¿Canta siempre mirando a los ojos del espectador?

Cuando estoy en el escenario siento una explosión de alegría, me divierto muchísimo en el escenario sintiendo y viendo a­ as personas cómo lo pasan. Hay momentos para todo, mirar a los ojos de otra persona, recibir su buena vibración... la música consigue esto y mucho más!

¿Qué tal las ventas de discos en estos tiempos de miseria que vivimos?

La música siempre existirá, irá cambiando el formato, pero está ahí y al ?nal lo importante es hacerla, sentirla, vivirla.

¿Cuál es el punto de partida de sus canciones?

La inspiración cuando surge y te pilla con lápiz, papel y grabadora es una alegría pero no siempre es así. Para componer no soy nada disciplinada (y debería serlo porque­ seguro que saldrían más cositas), más bien actúo por sensaciones. Cuando me vienen ideas o melodías intento grabarlas, apuntarlas. Me inspira el mundo, el planeta, los animales, las personas, el que seamos capaces de ser lo mejor y lo peor.­

¿Qué les exige a sus canciones?

Más que exigencias yo diría que las canciones adquieren vida propia, te llevan a sitios, te hacen sentir. Es muy bonito ir viendo en la composición, en la grabación, cómo las cosas­ que has ido escuchando dentro de tu cabeza van tomando forma, ?oreciendo... y sobre todo cuando cantas en directo, ahí es donde mejor sientes que están vivas.

¿En qué ha cambiado su vida desde la superación de un cáncer?

Celebro cada nuevo día que abro los ojos, vivirlo a tope, amar y no sufrir más de la cuenta, no merece la pena, ¿no te parece?