El actor José Sacristán cumple 77 años este mes. Madrileño de Chinchón y con una larga y, por ahora, interminable trayectoria profesional a sus espaldas, se encuentra actualmente rodando para una película de un primer director, Pol Rodríguez. "Parece que soy musa de directores jóvenes. Me entiendo muy bien con los jóvenes", señala.

-¿Cuáles son sus planes más inmediatos?

-Vamos a rodar ya la segunda entrega de la serie 'Velvet' y a partir de septiembre representaremos El loco de los balcones, de mi amigo (Mario) Vargas Llosa, de quien hice también en su día Pantaleón y las visitadoras. Hace unos días se nos saltaban las lágrimas a los dos viendo las fotografías de aquellos tiempos y lo jóvenes y lo guapos que estábamos. Además, tengo dos películas que irán al festival de San Sebastián, una a concurso y otra fuera de concurso. Y hay un par de proyectos en cartera para la primavera...

-Planes no le faltan.

-Pues no. He estado rodando para una película de un primer director, Pol Rodríguez. Reanudaremos el rodaje en octubre. Parece que soy musa de directores jóvenes. Me entiendo muy bien con los jóvenes.

-Hay excelentes actores y actrices que con el paso de los años van quedando apartados. A usted no le ocurre; ¿cuál es la clave?

-No hay clave, ni fórmula. Es la suerte. Pero, eso sí, que la suerte te pille trabajando. Hubo un tiempo en el que recibía ofertas que no me interesaban, y como podía elegir, lo pasé haciendo teatro y musicales. Ahora vuelven a merecer la pena las ofertas para el cine.

-Pero la gente del sector cinematográfico dice que la cosa está muy mal...

-Yo no me puedo quejar, pero sí, la cosa está fastidiada. Pero sigue habiendo coraje, talento y amor al cine. Muchos jóvenes lo "Me parece una injusticia que se diga que la crisis se ha llevado el coraje, el talento y el amor al cine; no es cierto, en España hay jóvenes con talento por un tubo" demuestran y me parece una injusticia que se diga que la crisis se ha llevado ese coraje, ese talento y ese amor al cine. No es cierto, los jóvenes se arreglan comop ueden. Tienen la ventaja de que ahora se puede rodar una película hasta con un teléfono móvil y que los costes, por lo tanto, pueden ser muy bajos. En España hay talento por un tubo. Y los resultados son excelentes en muchos casos.

-¿Qué le parece el tremendo éxito de taquilla de 'Ocho apellidos vascos'?

-Lo cerebro, más aún como amigo de (Emilio) Martínez-Lázaro, que ya tiene sus añitos, pero que ha rejuvenecido con sus últimos éxitos. Ocho apellidos vascos quizá no sea la mejor película del mundo, pero es divertida, estupenda. Ojalá se hagan muchas más así. En todo caso, creo que la película más taquillera del cine español, teniendo en cuenta los precios de las entradas, sigue siendo No desearás al vecino del quinto, de mi amigo Alfredo (Landa). Recuerdo que estaba yo rodando entonces 'Vente a Alemania, Pepe' y me invitaron a ver el pase de 'No desearás al vecino del quinto', diciéndome que era una película de mierda... Y mira.

-Ha muerto Lauren Bacall...

-Una pena. Ella nos entregó la Concha de oro por 'Un lugar en el mundo', magnífica película, por cierto.

-¿Tiene alguna película favorita o son como los hijos y se las quiere a todas por igual?

-No reniego de ninguna de mis películas; ni me avergüenzo, a pesar de que las hubo malas, e incluso infumables algunas. Muchas películas de aquella época han recibido un trato de pijos, cuando en ellas había pequeñas joyitas. De lo que sí me siento satisfecho es de que a lo largo de más de sesenta años he tenido siempre con todos mis compañeros una relación, si no de amistad, de cordialidad.

-¿Qué le pide al futuro?

-Que llueva y que se hagan películas.