David Copperfield, el ilusionista que salió con Claudia Schiffer, se ha sumado hoy a la larga lista de abusadores sexuales que salen a la luz cada día.

Una modelo, Brittney Lewis, lo acusa de haberla drogado y haber abusado sexualmente de ella cuando tenía 17 años. Lo acusa además de haberle echado "algo en la bebida".

Además, la modelo narró cómo fue el resto de la historia: "Recuerdo que me quitó la ropa. Me estaba besando en la cara y luego recuerdo que comenzó a hundirse en mi cuerpo con su cara y luego, tan pronto como comenzó a bajar, me desmayé por completo".

La versión de esta mujer termina con un "No entré en ti", que según ella son las últimas palabras que le dijo el mago a la mañana siguiente.

Este supuesto delito de 1988 habría preescrito por el paso del tiempo, pero el ilusionista ha querido defenderse de las acusaciones en su cuenta de Twitter y ha escrito un comunicado.

"El movimiento #MeToo es crucial y lo será durante mucho tiempo. Todos queremos que las personas que sienten que han sido víctimas de mala conducta sexual tengan el poder", confiesa David Copperfield.

"Pero imagina cómo es, creyendo en el movimiento, haber sido acusado públicamente de manera falsa en el pasado [...] He vivido con años de informes de noticias sobre mí, acusado de hechos fabricados, atroces, pero con muy pocos que cuenten la historia del arresto del culpable y de mi inocencia", escribía el mago aparentemente disgustado.

"Así que mientras capeo otra tormenta, quiero que el movimiento siga floreciendo", concluyó el comunicado el ilusionista que, según él, es inocente de haber drogado y agredido sexualmente a esta modelo.