La vida del famoso parece fácil y placentera. Poseen un sinfín de comodidades que hacen que su calidad de vida sea envidiada, en la mayoría de los casos, por el resto de los mortales. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, o eso parece al menos. Muchos de ellos sufren depresiones, problemas de conducta o judiciales que complican su estancia en dicho paraíso.

No obstante, en ocasiones son agentes externos los que perturban esa felicidad. Los fans, en ocasiones, forman parte de ese grupo. Esas personas que encumbran a la persona y facilitan que puedan mantener un estatus superior al del resto, pueden llegar a admirar en exceso a su ídolo y hacerles pasar momentos desagradables.

Son muchos los seguidores de famosos que les han acosado en busca de unos instantes de atención. Algunas situaciones han sido bastante desagradables y han llegado a afectar a sus familiares más cercanos. El último caso ha sido el de la cantante Taylor Swift. Un DJ de Colorado manoseo a la cantante en 2013. Ahora un jurado le ha condenado por acoso sexual y deberá pagar un dolar a Swift, cantidad simbólica que ella misma solicitó. Repasemos ahora otros casos sonados.

En busca del amor de Madonaa

La reina del pop no se ha salvado. Robert Dewey era un fan de Madonna que terminó enamorado de ella. Aunque quizá obsesión es el término adecuado para definir lo que sentía por la cantante. El sujeto entró en casa de la artista con la intención de conquistarla, pero si fallaba aseguró que le cortaría la garganta. El hombre fue sentenciado a 10 años de prisión.

Otra cantante que sufrió el exceso de amor de un fan fue la también cantante Hillary Duff. Un hombre ruso amenazó con suicidarse si la artista no le dedicaba tiempo para él. Ante esta situación, la policía investigó al fan y descubrió que había planeado el asesinato de Duff. Fue detenido e ingresó en prisión durante cuatro meses.

El futbolista Neymar también tuvo que soportar el exceso de admiración de sus admiradores. El exjugador del FC Barcelona se vio obligado a cambiar de número de móvil cada dos semanas tras recibir numerosas llamadas y mensajes durante la madrugada.Los casos en España

En España también se han vivido episodios similares. La presentadora de televisión, Ana Rosa Quintana, desveló que durante su época como conductora de telediario un hombre pensaba que todos los gestos que realizaba en la pequeña pantalla estaban dedicados a él. Isabel Pantoja también vivió un caso similar. Tuvo que pedir una orden de alejamiento para esquivar a un hombre que se enamoró de la tonadillera y que mandaba cartas pidiendo formar una familia juntos.

No obstante, las experiencias más desagradables se las llevan la actriz Sara Casanovas y el periodista deportivo Paco González. La intérprete estuvo cerca de ser agredida por un fan que disparó una ballesta a la salida del teatro donde había actuado. El hombre reclamaba que le contestara a todos los mensajes que enviaba. El agresor fue condenado a ocho años de prisión.

En cuanto a Paco González, él no fue el blanco de su admiradora. Una fan interceptó, junto a su novio, a su mujer y a su hija y asestó hasta cinco puñaladas a la esposa del periodista. Su hija pudo escapar y pedir ayuda para salvar a su madre. La Policía investigó lo ocurrido y descubrió que la agresora estaba enamorada del comunicador y buscaba terminar con la vida de la mujer. Además, había contratado a unos sicarios que no terminaron con su cometido.