Irina Shayk y Bradley Cooper han dado el pistoletazo de salida a sus vacaciones de verano, las primeras desde que se convirtieron en padres. Pero lejos de optar por un plan tranquilo y familiar, la modelo y el actor han preferido escaparse al paraíso y sumergerse en una auténtica aventura.

Irina y Bradley han volado hasta las cristalinas aguas de Tahití en compañía de amigos para desconectar y romper con sus apretadas agendas. Aunque ambos son muy celosos de su intimidad y se han convertido en unos expertos evitando a la prensa, han sido sus acompañantes quienes han desvelado el destino y los divertidos planes a través de sus cuentas de Instagram. La modelo que suma más de ocho millones de seguidores en la red social también ha querido compartir algunos momentos del viaje, como un relajante baño con espectaculares vistas o lo cerca que ha llegado a estar de un tiburón, pero sin duda la imagen que más ha llamado la atención de sus seguidores es una espectacular selfie en el que el ángel de Victoria's Secret aparece completamente natural ante la cámara evidenciando su llamativa belleza sin el rastro del maquillaje.

Por su parte, el actor también ha querido compartir una escena de las vacaciones subiendo a sus redes sociales una imagen en la que aparecen el grupo al completo durante una jornada de navegación. A su lado aparece la modelo, demostrando que ha recuperado la figura a la perfección después de convertirse en madre.

La primera hija de la pareja llegaba el pasado mes de marzo y se ha convertido casi en misión imposible retratar a los celebrities al lado de la pequeña Lea. Las apariciones de la familia al completo son escasas y estas vacaciones no se han convertido en la excepción.