La anécdota se ha contado mil veces: cuando Robert Capa entró a París con las tropas aliadas, se encontró al chófer de Ernest Hemingway en la puerta del Ritz Dentro, el escritor celebraba la liberación de Francia con champagne, no sabemos si compartido con el sargento, el fotógrafo, el relaciones públicas y -por supuesto- el cocinero que le acompañaban en el lance.

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