Muchas veces, tras cocinar, es habitual dejar la puerta del horno abierta o inclinada una vez se ha terminado de preparar alguna receta. La lógica común sugiere que, si se deja la puerta abierta, el calor del interior escapará más rápido y el horno se enfriará antes.

Sin embargo, este método no solo no es efectivo, sino que también puede ser perjudicial para el electrodoméstico, según la revista alemana 'Focus'. La mayoría de hornos cuentan con un sistema de ventiladores de flujo cruzado que expulsan el aire caliente y la humedad del interior del electrodoméstico, por lo que no resulta necesario dejar la puerta abierta.

Peligros de dejar la puerta del horno abierta

Y además, dejar la puerta del horno abierta supone una serie de riesgos. Fabricantes como Bosch advierten de que hacerlo puede dañar los muebles adyacentes por la exposición al calor del horno.

La razón por la que no hay que dejar la puerta del horno abierta. pexels.

Además, tanto el papel decorativo como la pintura de las paredes son especialmente sensibles a la humedad y el calor que puede salir de un horno abierto, por lo que conviene mantener la puerta cerrada.

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Recomendaciones

En caso de existir alguna duda sobre cómo se debe enfriar el horno, se recomienda leer las instrucciones de uso del electrodoméstico, folleto que suele explicar si la ventilación del horno se realiza con la puerta cerrada o si, por contra, es absolutamente necesario abrirla para que se ventile.