Limpiar nuestro hogar no solo es una tarea tediosa, también puede ser muy cara si hay que comprar un producto de limpieza específico para cada área. Para evitar este dispendio, podemos usar elementos cotidianos, que todos tenemos en casa y que nunca se nos ocurriría usar para limpiar. Así evitaremos tener que pasar por el supermercado antes de una limpieza general.

Con estos trucos conseguirás que la limpieza sea más sencilla, rápida y económica, lo que hará tu vida un poco más fácil.

Utiliza el vinagre

El vinagre es un gran combatiente de la grasa que puede utilizarse para más de un tipo de superficies. Sin necesidad de gastar demasiado dinero, comprando cinco productos de limpieza diferentes, podrás mantener tu baño impoluto utilizando el vinagre como elemento principal.

Para quitar las manchas del WC, sobre todo esas que se forman dónde se estanca el agua, basta con impregnar una piedra pómez con vinagre y frotar. En la bañera necesitarás dos ingredientes más: mezclas vinagre caliente, mucha sal y un poco de zumo de limón y conseguirás un poderoso quitagrasas. Y por último, para que los espejos y cristales queden perfectos, mezcla un poco de agua y vinagre por partes iguales y limpia estas superficies con un poco de papel de periódico. Quedará perfecto.

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Aprovecha el jabón de la vajilla

El jabón que usas para fregar todos los días tiene las propiedades necesarias para quitar manchas, desinfectar y blanquear, así que, ¿para qué llenar el armario con todos los productos específicos que abundan en el supermercado, si ya tienes un dos por uno de lo más útil? Además no solo sirve para superficies duras como el cristal o la cerámica, sino que además puedes usarlo sobre telas como la de los sofás o la alfombra.

Para limpiar la tapicería del sofá basta con llenar un recipiente con la mitad de agua y la otra mitad con jabón, mezclarlo bien y con un trapo ir frotando suavemente. También es muy útil para deshacerse de las manchas de vino: añades un poco de jabón de lavavajillas en un recipiente con agua oxigenada y lo aplicas sobre la mancha. Déjalo que actúe un rato y termina con aclararlo con agua fría. Listo.

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Con un poco de limón

El limón tiene dos funciones esenciales en la limpieza, su poder antibacteriano y el uso como ambientador. Para tener un gran producto quitagrasa y desinfectante puedes llenar un vaso con agua y exprimir el zumo de dos limones, esa mezcla la pones a hervir y ya tienen el producto de limpieza más económico, puedes usarlo con un trapo o una toalla húmeda. Este trapo húmedo con limón lo puedes usar para limpiar la televisión, los suelos de madera o el microondas, elementos que son más sensibles productos industriales.

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Para limpiar los azulejos

Los azulejos del baño y la cocina se ensucian con facilidad y además son muy difíciles de limpiar, sobre todo por los surcos de difícil acceso. Pero hay un truco específico para este caso. Primero, pon una olla con agua a hervir y cierra las ventanas, el vapor humedecerá la suciedad, también la de los huecos, y hará que sea mucho más fácil de retirar. Una vez hecho esto mezcla un poco de agua y leche y limpia los azulejos con eso, ayudará a no dejar rastros y dificultará la adherencia de la suciedad para un futuro.

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Harina para los grifos

Para abrillantar los grifos del lavabo no hace falta gastarse una pequeña fortuna en productos especializados en dar brillo, el secreto está en la harina. Espolvoreas la harina por la superficie y dejas que actué un par de minutos, después, con una mezcla hecha a base de agua y jabón de platos, retiras la harina y frotas la superficie. Los grifos quedarán como nuevos.