Hace casi veinte años, en 1.995, el famoso y elegante empresario italiano Maurizio Gucci, un habitual de Mallorca, isla que visitaba con su magnífico barco con asiduidad, presentaba ante la Autoridad Portuaria un anteproyecto redactado por el Ingeniero Juan Jose Lemm, con el objetivo de poder crear una marina de lujo, para megayates, en el antiguo y según el desaprovechado Moll Vell de Palma, un puerto situado en el epicentro de la ciudad, un lugar donde confluyen todos los elementos que definen la vida de lujo palmesana que estaba colonizado entonces por la oscuridad y por un magnifico restaurante, eso sí, situado en el mejor de los lugares pero que podía y debía ser mejorado. Desgraciadamente el anteproyecto no siguió adelante, Maurizio Gucci fue brutalmente asesinado, en Italia, y su obra quedo paralizada hasta nuestros días.

Sin embargo su proyecto no murió con él, es más ya es una realidad que forma parte de la ciudad de Palma habiendo conseguido crear una continuación de la famosa Milla de Oro, ubicada en torno al Paseo del Borne, en un lugar delante del mar elegante y accesible para todo el mundo. En el Proyecto del Moll Vell la integración Edificio - Mar - Tierra ha sido una de las claves del éxito. De hecho, es tanta la integración que la obra ha pasado para muchos ciudadanos prácticamente desapercibida, pocos todavía conocen este nuevo mirador hacia la ciudad que regala a los visitantes una plataforma elevada a la que se accede a través de una escalinata majestuosa y amplia para poder contemplar las mejores imágenes de la Seu y el Palau de L´Almudaina. El edificio del Moll Vell de hoy sustituye al antiguo edificio de 1.450 m2 que alojaba el conocido restaurante La Lubina.

La actuación de remodelación de toda el área, redactada por el ingeniero Juan Jose Lemm y el arquitecto Juan Antonio Cortes, ha sido global incluyendo no solo la construcción de un nuevo edificio emblemático sino también la reforma de todo el espacio náutico y terrestre en una intervención que afecta a 6.500 m2 ni más ni menos, que lo engloban con el fin de crear un espacio diáfano y atractivo que por su diseño, tratamiento de materiales y texturas supone en realidad una prolongación del paseo del Borne, denominado actualmente como les decíamos la Milla de Oro palmesana.

Esta edificación singular se complementa e integra dentro del espacio náutico - terrestre circundante. En este sentido el Proyecto de Ingeniería Civil de acondicionamiento y re forma de todo el muelle para alojar 26 yates de lujo de hasta 40 m de eslora a escasos metros de las terrazas del edificio, consigue realzar la belleza del conjunto. Se consigue además con una idea clara y es que todo el espacio que rodea el edificio es diáfano con una pavimentación de piedra caliza mallorquina de primera calidad y un mobiliario urbano de líneas rectas, moderno, sin concesiones a ningún tipo de manierismo. Se ha creado un espacio marinero, pasable, para el disfrute, que alberga ya restaurantes, bares y tiendas y un paseo junto a los barcos que resulta una experiencia muy agradable tras una jornada de compras por el centro.

El proyecto ha mantenido el arbolado previamente existente complementándolo con nuevos plataneros e introduciendo palmeras que se integran dentro de las terrazas y la zona próxima al muelle, de hecho es difícil ver la construcción, que queda camuflada entre árboles, palmeras y mástiles iluminados en la noche. El nuevo edificio se concibe como una continuación del Paseo Sagrera y se va elevando formando un mirador hacia toda la bahía de Palma y el casco antiguo con la Catedral que se alza solemne.

Para conseguir esa sensación de mirador se ideo un edificio escalera que comienza a nivel de paseo hasta alcanzar la máxima altura con un concepto abierto a todo el mundo, generando un vacío interior que se emplea para alojar usos de restauración y comerciales, los cuales han creado un ambiente de elegancia, que se ha planteado con una imagen unitaria y a la vez contundente.