Son Mir es una finca rústica situada en el Cami Vell de Sineu en Mallorca. Procede de una propiedad mucho más extensa que se extendía desde Portol hasta la actual Carretera de Manacor, habiendo sido una de las más grandes de Mallorca según cita el Archiduque Luis Salvador en su obra "Die Balearen".

Sus edificaciones son de los siglos XVII y XVIII y hasta hace poco tiempo era una finca de explotación agraria y ganadera. Después de un largo periodo deshabitada y abandonada, fue adquirida por los actuales propietarios, la familia Riera Simonet, decididos a recuperarla, a devolverles una nueva vida, a las casas y al campo.

Las casas y anexos que ocupan una superficie superior a los 2500 metros cuadrados y bajo la dirección del gran Antoni Esteva recuperaron su carácter original. En la rehabilitación y decoración de las mismas se procuró utilizar parte de los muebles y utensilios existentes en ellas después de una inteligente restauración, consiguiendo así un ambiente genuinamente mediterráneo adaptado al tiempo actual, y con todas las comodidades que la vanguardia técnica hoy ofrece.

Igualmente se recuperaron la Capilla, dedicada a la Inmaculada Concepción y el molino de viento bajo los auspicios del Consell Insular de Mallorca. Uno de los aspectos por los que más se interesaron los propietarios fueron los jardines alrededor de las casas, un auténtico paraíso, un vergel nuevo para lograr un ambiente paisajístico muy colorido con miles de rosales, gauras, lavandas, etc. y muchísimas palmeras, además de recuperar el antiguo huerto y plantar árboles frutales, básicamente naranjos, granados, limoneros, etc.

La siembra de más de 6000 olivos, de las variedades picual y arbequina, que hoy producen un excelente aceite con DO de Mallorca con el nombre de la propia finca, Son Mir, devolvió a la tierra su esplendor de antaño y la posibilidad de sacar económico un rendimiento que junto a los eventos que se celebran en la propiedad propician un futuro más que prometedor para estas posesiones tan ligadas a la historia de Mallorca que hay que cuidar como auténticos tesoros artísticos , arquitectónicos, y culturales.