L as huestes cristianas inundaron ayer por la tarde las calles de Crevillent de marchas alegres y dinámicas. La comparsa Almogávares, que este año ostenta la Capitanía del bando recreó un ambiente onírico en el que no faltaron las principales enseñas del guerrero almogávar.

A la comparsa capitana, le precedieron las cinco cristianas que completan el bando lideradas por sus cinco bellezas y auténticas protagonistas de la fiesta. Ataviadas con vestidos artesanos lucieron espléndidas en lo alto de sus carrozas. Los Astures desfilaron con su Bellea Astur, María del Pilar Estela; los Maseros con su Masera de Honor, María del Mar Manchón; los Caballeros del Cid liderados por su Infanta Díaz de Vivar, Conchi Candela; los Castellanos Leoneses por su Castellana, Laura Dols; y los Dragones con su Princesa, Natalia Planelles. Tras estas comparsas, la Capitanía asombró a los numerosos espectadores. El guión de la comparsa Almogávares y una avanzadilla femenina anunció la llegada del boato cristiano. Tras ellas, sonó «El Tronar de la Guerra» a cargo de la banda L$27Pressinto de Crevillent y el futuro de la comparsa pisó con fuerza las calles de Crevillent con la reconstrucción de una antigua carroza infantil de los Almogávares que desapareció hace quince años y que recuperaron para la ocasión. La comparsa desplegó sus defensas frente al ataque del enemigo con una empalizada y, tras ella, intervino del Ballet de Ana Calvo de Alcoy representando las «escaramuses». No faltaron las «filàs» especiales en esta Entrada capitaneadas por varios cabos batidores que engatusaron al público con su arte al lomo del caballo. Tras la guardia de la Rosa de Bronce y varia s banderolas, Meygas Ballet de Crevillent obsequió al público con una danza que recordó cómo el bosque guarda los secretos de la caza y la forma de vida almogávar.

Otro atractivo del boato fue el espectáculo de doma de Basilio-Mateo de Orihuela. Finalmente, los hombres de la comparsa abrieron el paso para que desfilaran el capitán cristiano, Rodrigo Mas Belso, y la Rosa de Bronce, Sandra Maestre Cascales, que recogieron emocionados el calor del público.