L os «pioneros e innovadores» espacios que esta arquitectura de vanguardia iba a ofertar para el relax, el baño pausado y la meditación junto a la laguna de Torrevieja, «los primeros de este tipo en Europa» a decir de las autoridades municipales de entonces y de ahora, se están convirtiendo sin que nadie lo remedie en un picadero desvencijado de lujo (un millón y medio de euros de inversión); en medio del saladar de la Punta de la Víbora.

Cristales rotos, placas de metal colgando, pintadas, «visitas» sin control y hasta los efectos de un pequeño incendio el pasado 17 marzo, aliñan la postal en el marco «incomparable» de la urbanización La Torreta, una de las más degradadas del municipio, para un proyecto descrito por el afamado autor de la arquitectura espectáculo como «un nuevo centro terapéutico en un parque con recursos naturales de agua de mar».

El proyecto tenía como principal objetivo llevar a cabo «un desarrollo sostenible» de la ciudad para compensar «la confusión urbanística (sic);» debida a su rápido y «agresivo» crecimiento local. La intención era crear «una colina suave y apacible», una especie de concha marina con «un sistema estructural único de barras de acero redondas que configuran cinco espirales combinadas «hasta el infinito», aunque a falta de un resultado final claro, ha sido bautizado popularmente por quienes no han podido observarlo de cerca, como el «zurullo».

La primaria idea de las instalaciones, ubicadas sobre una parcela municipal de 83.592 metros cuadros (51.165 en dominio público);, era resaltar las cualidades del paisaje salinero y potenciar el uso terapéutico de las aguas y lodos de una laguna que tradicionalmente ha sido utilizada para estos fines por locales y visitantes. Intuyendo entonces el posible filón de promocionar un turismo de salud en el municipio por excelencia de las viviendas de segunda residencia, Ayuntamiento, Generalitat y Gobierno central a partes iguales financiaron en su día el millón y medio de euros, más 120.000 euros adicionales por la redacción del proyecto cuyas obras se iniciaron en el verano de 2003. La segunda fase del proyecto ahora paralizado debía absorber otros dos millones y medio de euros.

El principal escollo para seguir adelante y darle uso a lo ya realizado hace ya tres años parece ser el presupuesto que aborde la ejecución de la segunda fase, según el equipo de gobierno local. Se olvida que el parque de relajación tiene una orden de paralización, sanción y demolición, todavía pendiente de resolver, de la Dirección General de Costas del Ministerio de Medio Ambiente desde el 4 de noviembre de 2003, porque la parcela municipal donde se ubica está sujeta a un expediente de deslinde del dominio público marítimo terrestre. Es un apunte sin importancia pero esas lagunas saladas que ofrecen lodos curativos y sus orillas resultaron ser propiedad del Estado.

Amigos de los Humedales del Sur de Alicante, Izquierda