... todas las personas seleccionadas están preparadísimas, con unas carreras profesionales fuera de toda duda, pero además, es la primera vez en la historia de nuestro país que en en el grupo de personas que dirigirán las distintas carteras nos encontramos con dos ministros abiertamente gays: Máxim Huerta y Fernando Grande-Marlaska. Desde luego no son las primeras personas LGTBI que ocupan una cartera, pero a diferencia de las demás, Huerta y Grande-Marlaska lo han declarado abiertamente sin ningún tipo de problema y en ocasiones poniéndose como ejemplo para animar a otras tantas personas que aún, por un motivo u otro, no se atreven a dar el paso.

La visibilidad es un ejercicio que tod@s debemos poner en práctica para animar y acompañar a las personas con más dificultades para dar el paso, que puedan salir de los armarios, esos que deben tener cada vez menor presencia en nuestra sociedad.

Me siento satisfecho y feliz por observar que hoy en política definitivamente se ha roto el techo de cristal multicolor. Cuantos más pasos demos en este sentido menos tendrán que sufrir las personas más indefensas. Sería absolutamente injusto que no hiciéramos todo lo que esté en nuestras manos para facilitarle la vida a miles de personas menores que empiezan a enfrentarse a sus distintas condiciones sexuales bajo el temor del acoso, del miedo y de la humillación. Nuestro día a día, en la luz que produce la visibilidad, quita oscuridad a las personas más vulnerables porque solo tienen que seguir el camino de sus referentes, sentir que no son raros, que existen más personas como ellas y que pueden llegar hasta donde se propongan, en igualdad, con el resto de la ciudadanía.

Desde aquí, solo les pido a los nuevos ministros que, a partir de ahora, continúen haciendo gala de la misma visibilidad o más, de una forma natural, sin aspavientos pero de manera firme; que además de las responsabilidades de su carteras tienen la responsabilidad de poner luz en muchos rincones oscuros, donde la claridad es difícil de llegar. No podemos olvidar que esta lucha por la integración y la igualdad es absolutamente transversal.

El otro gran motivo de regocijo es que con este Gobierno se ha vuelto a dar un paso con respecto a las reivindicaciones feministas. No se puede negar que este partido, no solo no hace oídos sordos a lo que pasa en la calle, sino que una vez más es el primero en alcanzar otro hito en la lucha feminista: es el primer gobierno con más mujeres que hombres, dando un ejemplo claro del modelo de sociedad que persigue el socialismo.

De estas mujeres no me cabe la menor duda que no se quitaran las gafas violetas ni para dormir, que por otro lado es lo que debemos ir haciendo el resto de la ciudadanía.

El feminismo es un asunto absolutamente transversal y que debe entrar a bocajarro también el mundo lgtbi; un mundo donde en demasiadas ocasiones, con la excusa de mirarnos el ombligo, y con un cierto tufo machista, defendemos que nuestros objetivos son otros y NO. Ha llegado la hora de que todas nuestras acciones, defensas, reivindicaciones, etc., sean bajo el violeta que lo debe inundar todo. Como decimos las feministas: todas las revoluciones serán violetas o no serán.

Otra sociedad es posible, se acabaron los tiempos grises y rancios.

Sin lugar a dudas este Orgullo debe ser más violeta, más multicolor y sobre todo más rojo.

Gracias a todas las fuerzas de izquierda, gracias al PSOE y gracias al Presidente de España, Pedro Sánchez.