Ribera Salud, concesionaria del departamento de salud de Torrevieja ha invertido en la construcción del Hospital Universitario de Torrevieja, en las distintas infraestructuras y tecnología sanitaria hasta el 31 de diciembre de 2017 112.706.879 euros. Es decir, más de 32 millones de euros más de lo comprometido con la Generalitat -80 millones de euros- y cuando quedan aún más de 3 años de concesión -que se inició en 2006-. Es más, la previsión de la firma es que en 2021, fecha de fin de contrato, se alcancen los 120 millones de euros. Estas inversiones fueron auditadas y confirmadas por una empresa nombrada por la propia Conselleria de Sanidad.
Este es uno de los datos que la empresa ha querido reflejar ante la publicación por este diario de cifras de la gestión del departamento, que maneja la administración autonómica y que, a su juicio, no están completos o son «sesgados».
Por ejemplo, la misma fuente indica que el importe pagado por la Generalitat a la concesión de Torrevieja en 2017 fue de 121.402.417 euros, de los que 10.048.539 euros correspondían a facturas de 2016; y no los 135 millones que se indicaban en este diario. La concesionaria cuestiona que se mantenga que de ese total, 12 millones correspondan a la atención a pacientes desplazados desde otros departamentos y tratados en Urgencias. Ribera Salud dice que no ha recibido tal abono. Y aclara que los importes de esas asistencias se compensan con la actividad realizada en otros hospitales públicos a pacientes del propio departamento. «Precisamente en esta compensación hay un margen extra en la compensación de un 15% a favor de la administración», indican las mismas fuentes. Torrevieja Salud paga el 100% del coste de la asistencia de un paciente del departamento que es atendido en otro centro, mientras que la Conselleria paga a la concesionaria el 85% en el caso contrario.
Sí hay acceso
En la misma información se indicaba que la Generalitat no tenía acceso a los programas de gestión de la concesionaria. Ribera Salud mantiene que «no solo tiene acceso sino que las herramientas que miden tanto demoras, como las altas y bajas de tarjetas sanitarias, son las propias de la Conselleria de Sanidad». En el caso de las demoras, es el sistema informático Alumbra el que registra de la misma forma los datos de todos los hospitales de la Comunidad. Los cambios en el registro de tarjetas sanitarias se producen directamente en el Sistema de Información Poblacional (SIP) de la propia Conselleria y es la administración la que comparte estos cambios con la concesión, especifican.
Además, y en relación al coste del modelo público privado, del denominado Modelo Alzira, frente a la gestión directa, Ribera Salud también ha realizado algunas aportaciones. En este sentido indica que como en el resto de departamentos la gestión sanitaria en la concesión de Torrevieja, tiene un coste para la Conselleria. «Pero es importante destacar que en Torrevieja si el servicio lo prestara la Conselleria de Sanidad, en lugar de la empresa privada, habría supuesto un coste adicional en los impuestos de los ciudadanos de un 30%». Es decir, el coste para la Conselleria de un paciente, con todos los conceptos incluidos, es un 30% más caro si la gestión es directa, «debido a que los impuestos de los ciudadanos tienen un uso más eficiente en la gestión».
En concreto, el ahorro en los impuestos para los ciudadanos en 2017 es de 466 euros/persona cápita gracias a la gestión privada, «percibiendo exactamente la misma asistencia sanitaria». La estimación de precio per cápita definitivo para el año 2017 que la concesión ha incluido en sus cuentas anuales es de 760,22 euros, precio que ajustándolo por los conceptos excluidos del contrato (farmacia + prótesis), y por tanto, y armonizándolo con los costes de los departamentos de gestión directa, alcanza un importe de 1.105,25 euros. Sin embargo, el coste medio por cápita de los hospitales de gestión directa (incluyendo exactamente los mismos conceptos) es de 1.571,31 ?, lo que supone un 30% más de coste que las concesiones administrativas sanitarias.
