El expresidente de la Generalitat Valenciana, Eduardo Zaplana, es la única persona que cuenta con las dos mayores distinciones que la administración local concede en Orihuela. Fue Síndico Portador de la Gloriosa Enseña del Oriol en el año 1995 y Caballero Cubierto de la procesión del Santo Entierro en el Sábado Santo en 2003. Nombramientos que ahora podría perder el también exministro tras su detención el pasado martes dentro de la Operación Erial como presunto autor de varios delitos económicos, como blanqueo de capitales o malversación de caudales públicos. El alcalde de Orihuela, el popular Emilio Bascuñana, ha anunciado a los medios de comunicación que va a consultar con su grupo municipal y con el resto de formaciones políticas de la Corporación municipal la posible retiraba de ambas distinciones. "Al igual que cuando se conceden estas distinciones nos reunimos todos los partidos políticos para consensuarlo, lo haremos igual para retirarlas".

El regidor oriolano ha manifestado que comprende que la ciudadanía "no entienda que pueda tener estas distinciones" y ha añadido que "es doloroso tener a una persona en esas circunstancias y, asumiendo el máximo respeto a las decisiones judiciales, habrá que abordar esta situación", en referencia a los dos honores que tiene Zaplana en Orihuela, concedidos bajo mandato del popular José Manuel Medina. "Hay que hacerlo siendo respetuosos con la justicia y evitando llegar a situaciones que parezcan un linchamiento, pero con el esfuerzo que estamos haciendo para regenerar la política y la participación pública, vamos a seguir en esa línea, siendo firmes".

Bascuñana ha hecho estas declaraciones tras serle preguntado por los periodistas sobre la moción que presentará Cambiemos Orihuela al pleno del próximo jueves, exigiendo que se retiren todos los honores otorgados por el ayuntamiento oriolano al expresidente de la Comunidad Valenciana. El regidor ha dicho que quiere consensuar con todos los concejales la retirada de los honores a Eduardo Zaplana por una situación que, manifiesta, "nos duele mucho y la ciudadanía está harta, todos estamos hartos, con todo esto, y yo asumí el reto de renovar y regenerar Orihuela y creo que lo estamos haciendo bien, con honestidad y ejemplaridad, y espero poder seguir haciéndolo", aunque ha dicho que no ha sido tarea fácil porque "hay muchas personas e intereses que, bueno, se mueven y nos cuesta mucho esfuerzo". Y ha concluido indicando que lo importante en política es que "sea gente limpia y honesta, en la que se pueda confiar y eso es un trabajo que llevo haciendo desde el primer día y espero que esa línea la podamos continuar en el futuro y pueda concluir ese cambio y renovación que llevo 3 años haciendo".