«El informe del Ayuntamiento de Torrevieja para realizar el evento es negativo». Con esta frase los promotores de la Torrevieja Colours Party/Lluvia de Colores, anunciaron ayer en redes sociales que suspenden esta macrofiesta, prevista en el recinto municipal de mercados de Torrevieja para el sábado 2 de junio, y de la que ya habían vendido cientos de entradas desde el 15 de mayo. «De nada ha servido nuestro esfuerzo y dedicación para que saliera adelante». «Tampoco quieren (desde el Ayuntamiento) un cambio de fecha por falta de tiempo, aunque como ya comunicamos estamos desde febrero manteniendo reuniones. Muchas gracias a las personas que con ilusión y respeto se interesaron por asistir», reitera la firma en las redes sociales.

Además comunica que la devolución de las entradas se realizará en la discoteca Noisse de 15 a 21 horas del lunes 28 de mayo -con la obligatoriedad de presentar la entrada. Las distribuidas por Entradium se devolverán por transferencia. «Lo sentimos de corazón, gracias», subraya el mensaje, distribuido en Instagram, que es la red social a través de la cual la convocatoria se hizo más popular entre el público adolescente para una fiesta entre lúdica -con venta de alcohol, música-, y deportiva. Convocatoria con polémica por la venta de entrada comenzó antes de que contaran con la autorización que le han denegado ahora.

Uno de los informes elaborados por los técnicos, fechado ayer mismo, indica que la fiesta podría afectar a la actividad del mercadillo semanal de los viernes. «No es posible destinar el recinto a la actividad privativa en esa fecha» por interferir con el uso del bien «al que está destinado». Este mercadillo culmina pasadas las tres y media de la tarde del viernes. En ese momento los servicios municipales inician la limpieza de todo el recinto, que se realiza en dos fases. La principal para retirar el grueso de residuos de los más de setecientos puestos y las miles de personas que se acercan todos los viernes a realizar sus compras a esta zona. Después, a última hora del día o a la mañana siguiente -sábado- la empresa de recogida realiza un repaso para terminar toda la limpieza. El comienzo de la fiesta estaba previsto para las 5 de la tarde del día siguiente y se iba a prolongar hasta la 1 de la madrugada. Además, la aprobación del permiso tampoco estaba clara desde el punto de vista legal más allá de que afectaba al uso principal del recinto.

En el inventario de bienes el mercadillo no aparece como un bien patrimonial. Esa figura permite cederlo a particulares, si cumplen unas condiciones, a cambio de un canon tasado en función de los metros que se ocupen, como es el caso del recinto anexo de conciertos y ferias. En este caso se trata de un bien de servicio público, cuya cesión no se puede cerrar sin una regulación expresa. Una vez cedido el Ayuntamiento debía además correr con el gasto de energía eléctrica, agua y otros servicios. El alcalde José Manuel Dolón (Los Verdes) tenía previsto ayer realizar una comparecencia sobre este asunto, que ha aplazado hoy.

Autorizaciones

El primer tramo de precios para las primeras 500 entradas era de 10 euros. Se agotaron en horas y la organización ya estaba facilitando la general a 12 euros. La publicidad del evento anunciaba animación de bailes zumba, dos kilómetros de carrera, al «speaker» Pascal Renolt y a los Djs Alex Selas y Luciano. Con la entrada la empresa distribuye entre los menores de edad un documento de autorización de los padres que los adolescentes debían entregar firmados en el acceso al recinto con la advertencia de que en el interior se iban a consumir bebidas alcohólicas y que les eximía de responsabilidad sobre el comportamiento de los menores.