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El picudo rojo invade Orihuela

La poda que se está realizando en el Palmeral atrae al escarabajo por la savia que sueltan las palmeras

El picudo rojo invade Orihuela

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El picudo rojo invade Orihuela Rubén Míguez

¿Se imagina salir de su casa para ir a trabajar y al coger su vehículo encontrarse con uno o varios escarabajos en el parabrisas o el capó? Es lo que le están viendo en los últimos días algunos vecinos del barrio de San Antón de Orihuela. Ese insecto que «invade» calles, coches y, sobre todo, palmeras, no es otro que el picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus), una de las plagas más temibles por su poder de destrucción. Y está afectando al Palmeral de San Antón, el segundo más grande de Europa, tras el de Elche, con unas 7.000 palmeras. Los trabajos de escarda-poda y el corte de infrutescencias que se están realizando desde la pasada semana por la empresa que ha resultado adjudicataria del mantenimiento por dos años de este espacio, tiene un aspecto negativo, que los ejemplares de picudo rojo huyen de las palmeras que están siendo podadas hacia otros ejemplares, expandiéndose la plaga. Este escarabajo es capaz de volar en un radio de entre 2 y 3 kilómetros en busca de nuevos alimentos, es decir, palmeras sanas y siente predilección por la palmera canaria y la datilera, las más abundantes en Orihuela.

El mantenimiento de choque que se está realizando en El Palmeral corre el riesgo de atraer más ejemplares adultos de picudo, aunque parezca contradictorio. La explicación es que en su búsqueda de nuevas víctimas, este insecto de origen asiático es atraído por diversos compuestos que la palmera emite en zonas con heridas, como las de las podas de las palmas, por lo que los especialistas coinciden en aconsejar que se detenga la poda de palmeras durante todo el periodo de primavera-verano y se haga en invierno, en los meses entre diciembre y febrero, cuando el escarabajo apenas tiene actividad.

Así lo indica, además, la Conselleria de Medio Ambiente en un tríptico para plagas con medidas especiales de control, entre las que incluye el picudo rojo. La administración autonómica advierte que «resulta muy peligroso, especialmente en las áreas afectadas, realizar podas o algún tipo de limpieza a las palmeras porque, a consecuencia de las heridas producidas, esos ejemplares resultan especialmente sensibles a los ataques del picudo rojo. (...) Época óptima de poda: meses de enero y febrero. Si se realizasen podas fuera de los meses anteriormente indicados que coincidan con el periodo de más movimiento del insecto (entre mayo y diciembre), será imprescindible la aplicación de mástic o tratamiento insecticida».

El edil de Medio Ambiente de Orihuela, Miguel Ángel Fernández, dice ser consciente de esta circunstancia pero justifica que el contrato se ha adjudicado ahora «y aunque sé que no es la mejor época, no puedo dejar a las palmeras sin podar por el peligro que puede suponer para las personas el que no las mantengamos por posibles caídas ante unas rachas de viento». El concejal, no obstante, asegura que se está dando un tratamiento biológico a todas las palmeras, que es la introducción en las mismas del hongo «Beauveria Bassiana» que ha resultado ser muy eficaz en la lucha contra el picudo rojo en zonas con abundantes palmeras como Elche. Además, Fernández adelantó a INFORMACIÓN que se está ultimando un pliego para sacar un contrato menor para la pulverización de las más de 4.000 palmeras que se están podando, una vez finalice la escarda y retirada de hojas y frutos. En este caso, será un tratamiento químico. «Vamos a muerte a por el picudo y con Edusi tenemos dinero para acabar con él», señaló.

Otro elemento que puede propagar la plaga es la acumulación de los restos que se están podando en algunas zonas del Palmeral, como ayer pudo comprobar este diario. Un hecho que, dijo Fernández, iba a solucionar «de inmediato».

Indeseado vecino

No sólo el Palmeral, también otras zonas de Orihuela como la Plaza de Santa Lucía, junto a los juzgados o el Puente del Rey, cuentan con este indeseado vecino en sus palmeras. En el caso de la Plaza de Santa Lucía ya se han talado, al menos, 7 ejemplares y ayer mismo era visible la presencia de este insecto en dos de las escasas palmeras que quedan en pie allí. Sin embargo, el edil responsable asegura que en el Palmeral solo hay 25 ejemplares infestados «como así lo señaló un informe de Tragsa reciente, y se han podado un par de palmeras porque ya no tenían remedio». «Lo tenemos más que controlado y no hay que generar alarma», indicó.

Sin embargo, los colectivos ecologistas y conservacionistas no son tan optimistas. El portavoz de la Asociación Castillo de Orihuela, Juan Ignacio Caballero, criticó ayer que «en este mandato no se ha repoblado ni una sola palmera» y añade que «debería podarse en invierno y no ahora porque esto lo que va a hacer es contribuir a la propagación del picudo rojo». Caballero pidió al edil de Medio Ambiente que conteste a los 3 escritos que su asociación ha presentado desde el 11 de abril «en el que le pido que me facilitara informes de Tragsa sobre afección del picudo en el Palmeral». «Hay muchísimas palmeras con picudo rojo, muchas más de las que dice Miguel Ángel Fernández», aseguró.

Lo más complicado de erradicar son las larvas de este coleóptero, que devoran el interior de las plantas provocando su caída.

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