Los concejales de la oposición de San Fulgencio están dispuestos a ofrecer su apoyo para que el edil del Partido Popular (PP) Manuel Gómez Rebagliato ocupe la Alcaldía en la recta final de la legislatura. Los portavoces del PIPN y del PSOE, Charo Mejías y Alejandro Sempere, respectivamente, han hecho ese ofrecimiento para evitar que el PP gobierne con cinco tránsfugas. La propuesta que le hacen es que gestione el consistorio con ayuda de asesores y prescinda de los concejales no adscritos. El hasta ahora regidor, Carlos Ramírez, ha sido apartado del cargo tras ser condenado a ocho años y medio de inhabilitación por prevaricar y el Ayuntamiento tiene un plazo de nueve días para elegir nuevo alcalde.
Gómez Rebagliato es el que tiene más probabilidades de convertirse en el próximo regidor porque la candidatura del PP fue la más votada en las pasadas elecciones. Se da casi por hecho que será él quien llegue a la Alcaldía, pero otra cuestión bien distinta es cómo va a gobernar. El grupo popular está integrado sólo por dos concejales y parece evidente que necesitarán ayuda externa para dirigir el Ayuntamiento. Una de las opciones que se le plantean es aceptar la propuesta de la oposición y gobernar en minoría pero con su respaldo. El PSOE y el PIPN aseguran que avalarían esa alternativa y apoyarían la contratación de asesores porque, al fin y al cabo, el gasto no sería superior al de las nóminas de los tránsfugas. En ese sentido, le aseguran su apoyo para aprobar propuestas concretas para defender el interés general.
Desde el PIPN no tendrán problemas en seguir adelante con esta cuestión ya que se trata de un partido político de vocación municipal e independiente. Sin embargo, en el caso del PSOE sí se necesitaría el aval de la dirección del PSPV. No obstante, el portavoz Sempere dio por hecho que se podrá llevar a efecto dado que considera que es la solución más razonable para desatascar la situación que se vive en el consistorio desde que Ramírez fue condenado.
Mayoría alternativa
El concejal del PP tiene la votación prácticamente ganada porque parece del todo improbable que haya una mayoría alternativa para elegir nuevo alcalde. Ello implicaría sumar los votos del PIPN, PSOE, APSFU y no adscritos en su contra, y eso es algo que está descartado. Así, una vez que asuma la Alcaldía, podría gobernar en minoría o integrar en su equipo a los cinco ediles no adscritos que fueron expulsados del PP hace cinco meses. Al fin y al cabo todos fueron compañeros de gobierno durante más de dos años y medio. En total suman seis votos pero hay que tener en cuenta que el PP recuperará en breve otro concejal tras la baja de Ramírez. Serán pues siete sufragios que les garantizarían una mayoría absoluta. Si algo falla, siempre pueden volver a negociar con el edil de UPyD. En principio la dirección provincial del PP avala que se explore esa vía siempre y cuando ninguno de ellos esté imputado.
Antes de que se celebre el pleno para la elección del nuevo regidor, la Junta Electoral tendrá que realizar los trámites para cubrir las dos actas vacantes -la del PP y la del APSFU- con tal de que en el momento de celebrarse la sesión, la corporación esté formada por los 13 concejales que le corresponden en base a su población.
