Hacer de los barrios más conflictivos de Orihuela un lugar seguro. Es el objetivo del plan integral de seguridad que va a poner en marcha la Subdelegación del Gobierno en coordinación con el Ayuntamiento de Orihuela para atajar la delincuencia asociada a los barrios del cinturón de la sierra, los del entorno del Monte de San Miguel, como son San Isidro, San Antón, Capuchinos y el Rabaloche, donde los índices de delitos son superiores al resto de la ciudad.

Así lo anunciaron ayer el subdelegado del Gobierno, José Miguel Saval, y el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, tras la Junta de Seguridad extraordinaria que se celebró en el Ayuntamiento a petición del regidor oriolano, y a la que asistieron los máximos cargos de la Policía Nacional, la Guardia Civil, la Policía Autonómica y la Policía Local, tanto a nivel provincial, como comarcal y local, y el juez decano de Orihuela. También estuvieron presentes representantes de asociaciones vecinales de los barrios del entorno de la sierra y sus alcaldes pedáneos.

El alcalde aseguró que la intención del plan de seguridad que se va a poner en marcha, con un refuerzo de los efectivos policiales en esas zonas conflictivas, es «recuperar la normalidad en esos barrios, esa situación envidiable y deseable que recordamos de antaño», dijo, y para ello «vamos a hacer todo lo que está en nuestra mano, y dentro de la legalidad, porque esos barrios están viviendo situaciones que no debería haber». Sin embargo, ni el regidor ni el subdelegado quisieron entrar en detalles sobre lo tratado en esa Junta de Seguridad y ese plan de seguridad para el entorno de la sierra. Saval señaló que «vamos a pedir un esfuerzo aún mayor a los cuerpos y fuerzas de seguridad y a los vecinos de esos barrios les digo que entiendo su preocupación, pero que vamos a garantizar su seguridad y también habrá actuaciones divulgativas y pedagógicas en ese entorno».

Degradación

Los barrios adyacentes a la sierra oriolana sufren desde hace años una degradación que va en aumento debido a la existencia de bandas organizadas que trafican con droga. El trapicheo y el menudeo son constantes en esas calles, incluso a plena luz del día y las redadas muy habituales en esas zonas, aunque no se consigue atajar el grave problema. El plan integral incluye otras acciones destinadas a los vecinos de esas barriadas de fomento del empleo, de bienestar social para ayudar a familias necesitadas y medidas urbanísticas para conseguir que la degradación de estas zonas pase a la historia.