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La CHS da un riego de socorro al caudal del Segura y salva los cítricos de la Vega Baja

Las comunidades de regantes comienzan a recibir el agua reclamada durante meses para aliviar la situación del arbolado ante la escasez de lluvias

Imagen de una finca de producción de limones de la Vega Baja donde se ha perdido parte de la cosecha por la falta de agua. tony sevilla

Los agricultores de la Vega Baja que beben del río Segura han empezado a recibir el agua demandada durante meses. A principios de este mes, la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) acordó aumentar el caudal del cauce para posibilitar un riego extraordinario de socorro con el objetivo de salvar el arbolado, afectado por el largo periodo de sequía. Esa medida ya está surtiendo efecto y las comunidades de regantes han empezado con las tandas para aliviar la sed de la huerta. Aunque el volumen de agua enviado es inferior al deseado, los productores coinciden en que llega en un momento justo para salvar la cosecha de cítricos y ayudar a la producción de la próxima temporada, puesto que es justo ahora cuando los árboles están en plena floración para producir limones, naranjas y mandarinas.

El aporte extraordinario ha sido posible con el desembalse de un mayor volumen de agua desde los embalses de cabecera, Fuensanta y Cenajo, que son los que permiten dar agua a toda la longitud del río Segura. Ahora las comunidades de riego han empezado a repartir ese agua entre los que se suministran directamente del río y los que lo hacen a través de la compleja red de acequias y azarbes que jalona la comarca y que permite reutilizar el mismo agua para regar hasta cinco zonas diferentes. Por ejemplo, la acequia de Callosa parte desde el río a su paso por el casco urbano de Orihuela y lleva el caudal hasta ese municipio y también a Cox, Granja de Rocamora, Albatera o Catral entre otros. El juez de aguas callosino, Pascual Gómez, explicó ayer que en este momento son los regantes de Catral los que han tenido derecho de riego durante unos días y después seguirán a turnos el resto de municipios con derecho histórico sobre ese canal.

El mismo señaló que este riego extraordinario de socorro está ayudando a salvar los cítricos puesto que «el limón de variedad fino está ahora terminando de ser cortado y enseguida se empieza con los verna, que necesitan agua para ser recolectados en un mes y para garantizar la cosecha del año próximo, que está en la fase de cuaje», añadió.

Patatas y melones

Otros regantes, como los de Almoradí, toman el agua a través del Azud de Alfeitamí. El juez de aguas de dicho municipio, Carlos Barrera, señaló que «hasta ahora vamos regando, no con desahogo pero con sí con suficiencia». Destacó igualmente que el agua se está empleando para el riego de hierbas, alfalfas o patatas y también permite comenzar la cosecha de productos de verano como el melón. Barrera añadió que la previsión es que en mayo y junio disminuyan de nuevo los aportes del río Segura con el objetivo de ahorrar agua para poder utilizarla durante los meses más calurosos del año, julio y agosto. El juez de aguas dijo igualmente que el riego en esos meses es vital para sacar adelante producciones de invierno como la alcachofa, que estará en plena fase de plantación, siendo el cultivo más rentable de los últimos años. Hay que ahorrar hasta la última gota posible porque la demarcación del Segura atraviesa ya su cuarto año declarado de sequía, uno de los periodos de escasez más prolongados de los últimos tiempos.

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