El alcalde de Torrevieja, José Manuel Dolón (Los Verdes), dio ayer una vuelta de tuerca al concepto de ejercer de oposición de la oposición. Anunció que la situación administrativa heredada del teatro municipal hace que su reapertura sea inviable a día de hoy; que los servicios jurídicos desaconsejan de plano que firme la licencia necesaria para reabrir (aunque sea con el respaldo de toda la Corporación); y que va a convocar «tres plenos de fiscalización» para explicar a la opinión pública de Torrevieja de quién es la responsabilidad de la situación. La mayor parte de los vecinos interesados en esta gestión municipal lo que quieren saber es cuándo se va a reabrir el teatro.

En opinión del primer edil, tras casi tres años al frente del municipio, esa pregunta hay que hacérsela al Partido Popular y a algunos técnicos municipales que consintieron que se pusiera en marcha sin cumplir unos requisitos legales mínimos que garantizaran la seguridad del recinto.

El Teatro abrió en 2006 sin tener el final de obra firmado por parte del arquitecto director del proyecto, Antonio Marquerie, y estuvo funcionando hasta septiembre de 2015. El gobierno local anterior conocía que se incumplían los requisitos legales porque encargó a un organismo de certificación (OCA) los trámites para la obtención de la licencia. La Generalitat instó al municipio a cerrar las puertas del aforo en septiembre de 2015 por carecer de licencia de apertura. Paradójicamente esa orden del Consell llegó a principios de este mandato a instancias de las denuncias que José Manuel Dolón realizó sobre el estado de la instalación municipal cuando era oposición.

Además de que «los protagonistas» se «retraten» en esos plenos el primer edil tiene como objetivo «poner toda la documentación a disposición de los ciudadanos de lo que ha sido una nefasta gestión económica, urbanísticas y administrativa de un bien municipal», por parte del anterior gobierno del PP. El alcalde añadió que la regularización administrativa del teatro «se está haciendo muy difícil»eatro «se está haciendo muy difícil» por lo que considera necesario «poner el expediente sobre la mesa y fiscalizarlo». Y lo que es más importante, aunque Dolón no quiso abundar mucho en ello, «pedir información a todos los técnicos sobre los diversos trámites que se han realizado para poder exigir responsabilidades, recaigan en quien recaigan».

Que informen

Algo que busca el equipo de gobierno porque técnicos que en su día supervisaron las obras y validaron, junto al entonces edil de Cultura, Eduardo Dolón y el arquitecto «el acta ocupación» -un «papel para un apaño», aseguró Dolón- para validar la apertura no se han pronunciado a la hora de intentar reabrir el aforo.

El primer edil también admitió que en este expediente hay actuaciones que ya han prescrito pero advirtió que «hay otras muchas que no». En este sentido desveló que en 2012, bajo mandato de Eduardo Dolón se devolvieron a la empresa adjudicataria (Acciona) los avales que debían responder por las deficiencias de la obra, de 600.000 euros. Algo que, en su opinión, implica el reconocimiento de que «todo está bien, de que se cuenta con todos los documentos necesarios para la apertura del teatro cuando no es así y eso alguien tendrá que explicarlo».