La concejal Carmen Riera Iborra (PP) volvió ayer a denunciar la venta ilegal que se está produciendo cada día en Torrevieja, en este caso, con la variante de que en el espacio tradicional de los manteros también se han ubicado productos alimenticios, en especial, fruta, como naranjas y limones, además de patatas y pimientos.

Riera mostró fotografías en las que se puede comprobar que en el céntrico Paseo Juan Aparicio ya se realiza la venta ambulante de todo tipo de productos. En su opinión, «hasta ahora con consentimiento del gobierno municipal, ya que no ha hecho ninguna actuación al respecto, para acabar con la venta ilegal, salvo mirar para otro lado».

Según la concejal el pasado fin de semana se podía ver la venta de bolsos, perfumes, ropa deportiva, bisutería,... (la habitual) «pero en los últimos días esta degradación de la imagen de uno de nuestros paseos más visitados ha llegado al máximo, ya que se vende fruta en el suelo».

Para la edil, (el alcalde) José Manuel Dolón «quiere emular a sus compañeras Carmena y Colau, en Madrid y Barcelona, sin medir el daño que está haciendo a los comerciantes de la ciudad que cada día se sienten más abandonados y olvidados por el gobierno municipal».

Según interpreta el PP «cada día vemos que cierran más comercios y que nuestra querida Torrevieja está más vacía, pues bien eso se lo debemos agradecer al (alcalde) Dolón que deja campar a sus anchas a quienes venden con el género en el suelo, sin ningún tipo de control sanitario, como es el caso de frutas y perfumes».

Motor de riqueza

Riera, a la sazón gerente de una empresa comercial tradicional del centro de Torrevieja, ha reclamado a Dolón hacer «algo por el comercio y los comerciantes de Torrevieja, que ellos se lo merecen, pues son un motor muy importante de riqueza y generación de empleo para nuestra ciudad, aunque a él le cueste creerlo, y que para ayudar y promocionar el comercio de Torrevieja siempre tendrá al PP de su lado».

La venta se concentra en los horarios en los que la presencia policial no se hace presente por falta de efectivos, a mediodía o ya avanzada la noche. La persecución de la venta presenta dificultades porque solo se puede sancionar la venta sin licencia mientras, que los expedientes por comercialización de productos falsificados debe verificarse.

Uno de los problemas de la actividad irregular es que la oferta sin licencia apenas deja espacio al paso de peatones porque, el otro margen del paseo se privatiza desde hace años sin control de Costas ni del Ayuntamiento -centrado en cobrar las tasas- con terrazas por parte de las cafeterías.

El equipo de gobierno, que dio cuenta recientemente de la destrucción de miles de productos incautados, no se pronunció ayer.