Disponer de una licencia de taxi para trabajar en Orihuela se ha convertido en un lucrativo negocio al alcance de unos pocos. El término municipal cuenta con sólo 42 autorizaciones de vehículos de transporte de pasajeros para un padrón que roza los 80.000 habitantes, a los que hay que sumar las decenas de miles de turistas que llegan especialmente en verano. El Ayuntamiento no expide nuevas licencias desde el año 2005 y, para cubrir la demanda, los propietarios de esos permisos subcontratan a otros conductores.
Es la clave para mantener los coches operativos las 24 horas del día y generar jugosos ingresos. Son ellos, los asalariados, los que ahora han decidido rebelarse ante un monopolio que consideran injusto y, dicen, está blindado por el consistorio. Es por ello que una treintena de chóferes ha enviado escritos al Servicio Territorial de Transporte alertando de lo que está sucediendo y pidiendo que se actúe.
Los poseedores de las licencias están agrupados en torno a dos asociaciones que actúan como interlocutoras con el Ayuntamiento y son ellos, precisamente, los que defienden que no hace falta ampliar el sector con más concesiones aduciendo que el colapso de pasajeros sólo se produce en verano. En esos meses es habitual ver larguísimas colas de usuarios, sobre todo en torno a los espacios comerciales de la costa. Esperan y desesperan bajo el sol incluso más de una hora para acceder al servicio de transporte. También están los que no se ven, esos que aguardan en sus casas u hoteles la llegada de un coche para desplazarse.Los taxistas asalariados mantienen que la rentabilidad del negocio es tal que la última licencia que se vendió en Orihuela alcanzó un precio de 240.000 euros. Según sus cálculos, la media nacional es de un taxi por cada 1.000 habitantes mientras que en Orihuela se eleva a 2.400, a los que hay que sumar los turistas de una población que se triplica en verano. Aseguran que se han intentado reunir con representantes del gobierno municipal para hablar sobre esta problemática pero nunca han sido recibidos. Ahora, decenas de comerciantes y hosteleros se han sumado a una recogida de firmas para apoyarlos y exigir soluciones porque, en definitiva, buena parte de sus ingresos proceden de un turismo que podría estar mejor cuidado.
Mientras tanto, la propuesta que se ha planteado en la Vega Baja para facilitar el tránsito de taxistas pasa por crear un Área de Prestación Conjunta entre nueve municipios, entre ellos Orihuela. La Generalitat todavía no se ha pronunciado al respecto, pero los conductores asalariados ya se han movilizado para plantear la idoneidad de conceder nuevas licencias, proponiendo al menos 30 autorizaciones más.
La última ocurrencia del Ayuntamiento para evitar este verano las fotos de personas haciendo largas colas es pedir al Consell que los taxis de Torrevieja puedan operar en Orihuela CostaPrecisamente esa ciudad vecina, que cuenta con un padrón ligeramente superior, tiene más del doble de licencias, hasta un total de 86. Los conductores contratados consideran que se trata de un parche más para mantener el blindaje en el negocio a toda costa y a pesar del perjuicio que se causa a los usuarios.
