La tradicional procesión del Comulgar de San Vicente puso ayer el broche final a los actos vinculados a la Semana Santa en municipios como Torrevieja o Callosa de Segura. Se trata de un desfile en torno al Santo Sacramento que se repite desde hace siglos y que sirve para acercar la Eucaristía a personas que por edad o incapacidad no pueden acudir a las parroquias. La costumbre tiene diferentes peculiaridades en cada rincón de la Vega Baja, pero el sentimiento de fe es compartido.

En Callosa de Segura, el cortejo religioso partió a primera hora de la mañana desde la Arciprestal de San Martín hasta el convento franciscano, lugar en el que antaño se ubicaba el hospital municipal. En ese punto se unieron los representantes del Ayuntamiento, con el alcalde, Fran Maciá, y el concejal José Navarro. Una de las singularidades de esta tradición callosina es que en el desfile, como alumbrantes, solo participan hombres, en muchos casos abuelos, padres y nietos juntos, algunos de ellos vestidos con trajes de monaguillos y repicando pequeñas campanas. El lugar reservado a las mujeres es detrás del Santísimo, que realiza el recorrido bajo palio, que fue portado en esta ocasión por los miembros de la Cofradía de Jesús Triunfante. Se trata de una regla no escrita pero sí respetada en el municipio.

En los últimos años se ha integrado un conjunto de ángeles representados por niñas y niños. En este 2018 también ha sido una mujer la encargada de abrir el desfile, Rocío Pajares, quien ostenta este año el cargo de Dama Portaestandarte, llevando el pendón granate de la parroquia. Junto a ella desfiló el Nazareno de honor, Moisés Marco. La sociedad musical La Filarmónica fue la que puso la banda sonora en el recorrido.

En Torrevieja la procesión se inició tras una misa oficiada en la iglesia de la Inmaculada, donde los feligreses arroparon la salida del Santísimo mientras la Unión Musical Torrevejense entonó el himno de España. El recorrido siguió por Caballero de Rodas, Clemente Gosálvez, Canónigo Torres y Azorín para volver a la parroquia. Durante el itinerario se ofreció la Comunión a los enfermos y personas de avanzada edad que lo habían solicitado. Como representantes del Ayuntamiento se integraron algunos concejales como Eduardo Dolón, Inmaculada Montesinos, Carmen Gómez o Luis María Pizana, así como el diputado Joaquín Albaladejo.

Según se explica desde la Junta Mayor de Cofradías de Semana Santa de Torrevieja, «se trata de procesión enteramente Eucarística, donde el sacerdote no porta en sus manos la Custodia con la Sagrada Forma a la vista y adoración de los fieles, sino que, cubierto por el paño de hombros, sostiene un Copón. Llegados a casa del enfermo, el sacerdote abandona el palio y en la intimidad del hogar, le presenta y administra la Comunión».