La Diócesis de Orihuela-Alicante no está dispuesta a deshacerse de los terrenos que desde 1999 utiliza como zona deportiva para los alumnos del religioso Colegio Diocesano Santo Domingo de Orihuela. La parcela es municipal y fue cedida a la Iglesia, a través de un convenio firmado en 1995 a tres bandas por el Ayuntamiento, en esos momentos gobernado por el popular José Manuel Medina, la Diócesis y la Universidad de Alicante, para que sobre ella se construyeran aulas universitarias para una extensión en la cual impartir cursos o seminarios. Cuatro años después, el colegio solicitó al Ayuntamiento el uso de esos terrenos en virtud del convenio firmado, y se le cedió el derecho de superficie tras aprobarse en pleno en febrero de 1999.

Sin embargo, 19 años después sigue sin cumplirse el acuerdo, y eso que el mismo señalaba que si en 5 años no se instalaba en Santo Domingo la extensión universitaria, reverterían los terrenos a su propietario, que es el Ayuntamiento. Lejos de esto, el colegio religioso decidió instalar allí unas completas instalaciones deportivas privadas, con varias canchas para practicar diferentes deportes, de las que sólo pueden hacer uso sus alumnos y el personal docente.

El Ayuntamiento de Orihuela pretende ahora que el convenio se cumpla, aunque la Universidad de Alicante no está actualmente por la labor de ampliar en la ciudad su extensión universitaria, que se ciñe solo a la cátedra Fernando de Loazes. Por este motivo, el pasado mes de octubre, el concejal de Patrimonio, Rafael Almagro, envió un oficio a la Diócesis de Orihuela-Alicante en el que comunicaba que se le daban 20 días al Colegio Santo Domingo para que dejara «libre y expedita la finca» con el desalojo de las instalaciones y la devolución de esos terrenos municipales, de 2.622 metros cuadrados, al Ayuntamiento. Almagro defendió el cumplimiento del acuerdo de la Junta de Gobierno Local, que se aprobó dos años antes, el 13 de octubre de 2015, declarando extinguido el derecho de superficie en base a unos informes técnicos negativos, y la petición de devolución de los terrenos al Consistorio. Acuerdo que, por cierto, no le fue notificado al Colegio Santo Domingo hasta julio de 2017.

Tras ese oficio de desalojo de los terrenos a instancias de Patrimonio, la Diócesis no se ha quedado parada, y ha demandado al Ayuntamiento de Orihuela por la caducidad del procedimiento y recurriendo la extinción del derecho de superficie alegando que el convenio firmado en su día no tiene validez porque nunca se elevó a público y no se registró en el registro de la propiedad. Con esta demanda el colegio religioso trata de ganar tiempo y seguir usando los terrenos como pistas deportivas privadas, por los que el centro nunca ha pagado nada al Ayuntamiento, y trata de que se anule el acto administrativo realizado en 1999.

Permuta

El año pasado la Diócesis trató de recuperar un acuerdo verbal al que se llegó en 2014, gobernando el PSOE y Los Verdes, para quedarse con los terrenos municipales a cambio de una permuta por unos bienes propiedad de la Iglesia, que según fuentes socialistas, eran dos pisos y un terreno por valor de 650.000 euros, que era la cantidad en la que se valoró la parcela ocupada por el centro educativo católico. El colegio se basa en un informe técnico que da viabilidad a la permuta por unas viviendas que el Ayuntamiento podría usar para fines sociales fechado en 2015, tras el acuerdo de la Junta de Gobierno, y después de que en 2014 otro técnico diera una negativa a esa contraprestación, tras las negociaciones entre la exedil socialista Antonia Moreno y la Diócesis en la que se planteó cambiar la calificación de esos terrenos, considerados urbanos y tasados en 2,7 millones de euros, por terciarios para uso deportivo, a cambio de las citadas viviendas y otros bienes por valor de los 650.000 euros que vale esa parcela en su uso no edificable.

Negociación

Una permuta que sigue negociando el actual equipo de gobierno y que no ve con malos ojos Rafael Almagro. El edil de Patrimonio señala a INFORMACIÓN que «lo ideal sería que se cumpliera el convenio firmado en su día ya que a Orihuela le interesa que la Universidad de Alicante cumpla con su parte y que podamos ampliar la oferta universitaria en la ciudad», aunque es consciente del escaso interés de la universidad. «Aunque seguimos negociando, el proceso de retorno de los terrenos al Ayuntamiento sigue su curso, estamos dando los pasos en ambos sentidos ya que la universidad sigue sin mover ficha», explica el concejal quien aboga por llegar a un entendimiento con la Iglesia para que «todos salgamos beneficiados, tanto el Colegio, que pueda mantener sus instalaciones deportivas, como el Ayuntamiento para que no pierda su patrimonio».

Sin embargo, la edil del PSOE, Carmen Gutiérrez, no entiende que el centro «lleve casi 20 años usando unos terrenos municipales para uso exclusivo del colegio de manera ilícita, aprovechándose de unos bienes que son de todos para unos pocos, y eso es injusto». La concejal socialista señala que el pleito iniciado por la Diócesis «solo beneficia al Colegio porque es más tiempo el que van a disfrutar de los terrenos» y pide explicaciones al gobierno municipal sobre si hará la permuta «que en ese caso beneficiaría a las dos partes y no entiendo con las buenas relaciones que hay entre el Ayuntamiento y el Colegio Santo Domingo que los oriolanos nos veamos metidos en un pleito y la obligación suya es defender las propiedades municipales». Los terrenos le costaron al Ayuntamiento 867.000 euros en los años 90 y ocupan lo que en su día fue la mítica discoteca Momentos.