En Orihuela nunca se sabe qué asunto va a movilizar a los ciudadanos y la aprobación del nuevo escudo municipal es un buen ejemplo de ello. El Ayuntamiento ha recibido 150 alegaciones contrarias a oficializar el emblema diseñado para cumplir la legislación autonómica referida a los escudos y banderas locales, aprobada por decreto del Consell en 2015. La propuesta fue validada por unanimidad en el pleno pero ha desatado una oleada de críticas. El motivo está claro: no gusta a un sector de la población.

La iniciativa de cambiar el escudo de Orihuela partió del propio gobierno local, que encargó un estudio técnico al arqueólogo municipal, Emilio Diz, y al cronista oficial, Antonio Luis Galiano, basándose en las diferentes representaciones históricas que ha tenido el distintivo. El escudo que ha estado en vigor desde 1906 no se ajusta a la normativa y hay que sustituirlo ya que es alegal. No obstante, la nueva propuesta no ha obtenido el consenso social esperado. La movilización ha causado sorpresa teniendo en cuenta que cuestiones como por ejemplo la aprobación de los presupuestos anuales apenas registran alegaciones. Claro que este caso es diferente. Aquí está en juego una seña de identidad y no parece tan fácil modificarla sin el debido respaldo.

Hasta ahora el gobierno municipal, integrado por el Partido Popular y Ciudadanos, no ha informado sobre este asunto y ha sido el grupo socialista, en la oposición, el que ha decidido hacer públicas las 15 alternativas que se plantean en las diferentes alegaciones. Ahora deberán ser informadas favorable o desfavorablemente por los servicios técnicos y votadas en una Comisión Informativa previa al pleno.

Interés ciudadano

«Hemos querido hacer pública esta información precisamente porque se trata de un asunto sensible y de especial interés para la ciudadanía. Lo que no se explica es que el gobierno de Emilio Bascuñana esté tratando esto con tanto sigilo. La gente merece saber cómo está desarrollándose este proceso, cuya decisión no debería adoptarse en un despacho, sino con la participación de la gente», expresó la portavoz del PSOE, Carolina Gracia.

Los socialistas consideran que este asunto «debió tratarse desde el principio con un proceso más participativo, ya que lo que se pretende es cambiar un símbolo como es el escudo de la ciudad con cuyos elementos los oriolanos se han de sentir plenamente identificados». Por esta razón desde el PSOE valoran que el proceso de alegaciones ha sido muy positivo, «ya que demuestra que este asunto preocupa e interesa a la gente».

Los socialistas fijarán su posicionamiento de voto una vez se hayan elaborado los informes técnicos y piden al gobierno «que estudie poner en marcha un proceso de participación ciudadana para la elección de un escudo definitivo de entre las propuestas presentadas que se adapten a la normativa y cuenten con el respaldo social mayoritario».

El escudo que representa a la ciudad de Orihuela, vigente desde 1906, ya no cumple con la normativa y no está oficializado en el Boletín Oficial del Estado ni en el Diario Oficial de la Comunidad Valenciana, por ello, el Ayuntamiento se ha visto obligado a cambiarlo para contar con un escudo «legal». El principal problema es que la heráldica usada hasta ahora contiene varios elementos que se salen del escudo en sí, como los ornamentos a ambos lados, y es algo que la normativa actual no contempla.

El escudo que el Ayuntamiento de Orihuela pretende poner en vigor cuenta con una forma cuadrilonga de punta redonda y está partido en dos, donde la figura principal es el pájaro Oriol que aparece en la parte superior posado en un leño con su garra izquierda y armado con una espada en la derecha, un modelo copiado del de 1703 representado en la Recopilación de los Estatutos, Privilegios y otras Reales Órdenes dados a la muy Noble y Muy Leal Ciudad de Orihuela. Además, aparecen los cuatro palos de gules, emblema de la Corona de Aragón, que obviamente se mantienen como enseña valenciana, aunque ahora las cinco franjas verticales de color amarillo y las cuatro de color rojo son un poco más anchas.