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Orihuela

Entre el abandono y la desidia

El Horno de Bustamante, uno de los dos únicos elementos industriales de este tipo que quedan en el mundo, languidece desde hace años

Un joven pasea con su perro sobre el Horno de Bustamante. rate bas

El Horno de Bustamante es una de esas joyas del patrimonio de Orihuela que no sólo es desconocida para muchos vecinos, sino que los diferentes gobiernos municipales que han pasado por la casa consistorial no han protegido convenientemente y está en estado de abandono, como no poco patrimonio en la ciudad. La desidia en la que se encuentra el conjunto de San Antón, que incluye el horno y la Casa de los Mineros, ha provocado que parte de él esté ahora, literalmente, en el suelo.

La Casa de los Mineros ha sufrido varios derrumbes, el último hundió una de sus paredes y ha quedado al descubierto su interior. Sin embargo, el horno, que es lo más valioso del conjunto, presenta un mejor aspecto, aunque su abandono está causando que languidezca cubierto de malas hierbas.

El pleno del Ayuntamiento aprobó en 2012 iniciar su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), pero el expediente se guardó en un cajón y ahora el Ayuntamiento pretende recuperar de la desidia este conjunto minero. El edil de Patrimonio, Rafael Almagro, ha adelantado a este diario que está en fase de terminación un proyecto de recuperación del Horno de Bustamante y su entorno. Está previsto que este mismo año se ponga en marcha «con cargo a los presupuestos o al dinero que ha sacado el ayuntamiento con la reciente venta de parcelas municipales». El edil explica que «vamos a arreglar la Casa de los Mineros, que está en el suelo, aunque su relevancia es más bien simbólica más que arquitectónica, lo contrario al horno, sobre el que vamos a actuar y que es una maravilla». Una vez terminada la fase de restauración, que costará unos 120.000 euros, está previsto que se retome el expediente para declarar BIC al conjunto minero.

El horno de Santa Matilde, como realmente se le denomina a esta instalación ubicada en el entorno del Palmeral de San Antón, es del tipo Bustamante, de ahí el nombre con el que se le conoce, y data de 1888. Su uso fue la obtención del mercurio a partir del cinabrio, metal que servía para la extracción del oro y de la plata. Es un importante ejemplo de arqueología industrial, único en su tipología y conservación en la Comunidad Valenciana y, junto al de Almadén en Ciudad Real, los dos únicos hornos de aludeles que se conservan a nivel mundial.

Asociación

El de Almadén, que en realidad conserva dos hornos en su Parque Minero, está declarado Bien de Interés Cultural desde 1994, figura de conservación de la que carece el de Orihuela. La Asociación Castillo de Orihuela lleva años denunciando el estado en el que se encuentra este horno de 12 aludeles. Su portavoz, Juan Ignacio Caballero, no entiende cómo no está ya protegida esta joya del patrimonio industrial oriolano «porque catedrales habrá 200 en España y 5.000 palacios, pero hornos como éste sólo dos en el mundo y uno lo tenemos en Orihuela». Caballero critica «la desidia y la dejadez» del Ayuntamiento a pesar de haber dado continuos avisos. Sólo se puso un vallado metálico en la Casa de los Mineros en el pasado mandato que no fue suficiente para se derrumbara parte de la estructura. Caballero critica «el abandono sistemático de nuestro patrimonio que está provocando que muchos edificios históricos y antiguos de la ciudad se vengan abajo».

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