El alcalde de San Fulgencio, Carlos Ramírez, mostró ayer su «satisfacción» al haber sido desbloqueado por el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales el contrato de las basuras que aprobó en pleno y que había denunciado la oposición. Ramírez señaló que la resolución «me da alas para seguir» y que espera que los tribunales, en este caso la Audiencia Provincial, también le de la razón en el recurso que interpuso a su condena de inhabilitación a 8 años y medio por prevaricación. «Se les ha visto el plumero a los concejales de la oposición con estas denuncias, ahora me dan la razón con el contrato de basura», indicó y añadió que «no pienso dimitir, yo no me voy de la alcaldía ni muerto por un tema que es administrativo», dijo en referencia a su condena en primera instancia por pagar casi 190.000 euros a un club deportivo organizado y controlado por el Ayuntamiento para gestionar las escuelas deportivas del municipio, evitando que el servicio saliera a concurso público.

Ramírez se mostró muy molesto con la actitud de los ediles del PSOE y PIPN, quienes denunciaron la adjudicación del contrato de las basuras en un pleno el pasado mes de diciembre, lo que a juicio del regidor, «sólo demuestra la obsesión que tienen conmigo ya que he sido, en dos elecciones consecutivas, el alcalde más votado de la historia de San Fulgencio y asumirlo les cuesta y esta resolución es un golpe duro para todos ellos y yo estoy tranquilo y sereno». Confía en ser absuelto por la Audiencia Provincial «porque aquí no hay corrupción, es un tema administrativo, y cuanto más me pidan los ediles de la oposición que me vaya, más me voy a quedar», indicó y criticó que «la Loreg no protege el estado de derecho porque si dimito y luego me absuelven, ¿quién me repara el daño?», concluyó.