El sur de Alicante quiere ser algo más que un destino de sol y playa que atrae visitantes cada verano. Las peculiaridades de su huerta, la pesca tradicional, la ganadería o las actividades ligadas a la historia de sus municipios podrían suponer un importante atractivo para potenciales turistas. Ese es el objetivo que se marca la nueva Asociación intermunicipal para la promoción turística Vega Baja, que nace con el respaldo de doce ayuntamientos dispuestos a sumar esfuerzos.

Callosa de Segura acogió ayer la II Jornada de turismo de interior de la comarca, que sirvió para analizar casos de éxito que se están promoviendo en otras zonas de la provincia y para perfilar el proyecto de la Vega. La actividad se celebró en el Museo del Cáñamo con una demostración de los trabajos tradicionales y sus diferentes tareas. Allí se impartió una charla sobre el uso de las basas de datos aplicadas al turismo, a cargo del responsable del Departamento de Big Data de Visit Benidorm, Mario Villar, y otra sobre «Coordinación y Plan de Dinamización Turística Mancomunitat de l´Alcoià i El Comtat», organizada por la concejala de Cocentaina Mariona Carbonell.

También hubo una mesa redonda en la que el secretario autonómico de la Agencia Valenciana del Turismo, Francesc Colomer, anunció que la nueva asociación cuenta con el respaldo del Consell, que le ha consignado una ayuda de 70.000 euros. Los municipios esperan igualmente recibir ayudas del Patronato Costa Blanca, coordinado por la Diputación Provincial de Alicante. Se espera que el nuevo producto turístico esté en marcha en un máximo de tres años.

En principio ya son ocho los ayuntamientos que ya han aprobado en pleno sumarse al nuevo colectivo, que son Callosa de Segura, Dolores, Benferri, Rafal, San Isidro, Rojales, Catral y Pilar de la Horadada; y están pendientes Orihuela, Torrevieja, Almoradí y Guardamar del Segura.