El alcalde de Pilar de la Horadada, Ignacio Ramos, asegura que desde la primera vez que asumió el cargo, en el año 1995, ha intentado negociar con los propietarios para posibilitar la apertura de la torre vigía y proporcionar los cuidados que la finca necesita, aunque nunca se ha llegado a un mínimo acuerdo. Según él, los dueños no quieren ni oir hablar de este asunto y rechazan el acceso de desconocidos alegando que supone una invasión a su intimidad. El regidor cree que la Generalitat Valenciana tendría que asegurar la conservación de este patrimonio y exige que se trabaje más en ese sentido. No obstante, a su juicio, la mejor opción sería que la finca y la torre vigía pasaran a ser de propiedad municipal. Ramos sostiene que los propietarios rechazan cualquier tipo de venta y cree que, llegados a este punto, y visto el aspecto que presenta la parcela, la casa y el torreón, lo que debe hacer el Ayuntamiento que preside es apostar por la expropiación. Reconoce que no es un camino fácil y que su valor no está cuantificado, pero defiende que es la única opción para conservar este valioso patrimonio que sigue hoy cerrado bajo llave.