La Generalitat ha dado el visto bueno a la declaración de interés comunitario (DIC) para la construcción de un camping sobre cincuenta mil metros cuadrados de suelo rústico en Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) en Sierra Escalona, muy cerca de Torremendo. El proyecto comenzó a tramitarse en 2014 bajo la denominación de campamento para turismo, centro de interpretación de la naturaleza y granja escuela -así la vendió públicamente el anterior gobierno municipal-.

Bajo esa terminología se recoge un desarrollo mucho más ambicioso: la construcción de un camping para caravanas y bugalows de madera que ha recibido ahora visto bueno de la administración autonómica, aunque todavía requiere de una evaluación de impacto ambiental favorable. Algo que la resolución dice que queda en manos del Ayuntamiento, y no de la Generalitat. La administración concreta que esa evaluación debe garantizar que el impacto del proyecto no incida en la declaración de paisaje protegido y parque natural ahora en marcha.

El ámbito de actuación está a en la zona que se pretende proteger como Paisaje y Parque Natural -el propio servicio de Gestión de Espacios Naturales reconoce que dentro de ese ámbito- y la parcela cuenta con una zona forestal en su límite norte.

La iniciativa comenzó a tramitarse en febrero de 2014, acogiéndose a la legislación autonómica de 2010 de Medidas Urgentes para Agilizar el Ejercicio de Actividades Productivas y la Creación de Empleo, que incentiva este tipo de proyectos como un revulsivo para la creación de empleo, más allá de su impacto ambiental, según Amigos de Sierra Escalona (ASE), que ha recurrido desde el primer momento en contra de esta iniciativa. Está impulsado por la mercantil Agro-Torre Letur S. L.

Según recoge la resolución el asunto quedó sobre la mesa en la Comisión Territorial de Urbanismo de Alicante en julio de 2017 a expensas de la recepción de nuevos informes. Ahora ha sido validado definitivamente y ya cuenta con la DIC, un procedimiento complejo desde el punto de vista urbanístico, que valida la construcción en suelo rústico si se justifica legalmente. En esta caso para instalar, según la descripción que realiza la promotora, un «campamento de turismo de primera categoría» y que usa la propia zona natural de Sierra Escalona, que los conservacionistas mantienen que invaden, y su protección como principal reclamo.

Por concretar, la empresa quiere ubicar un salón de interpretación, granja escuela albergue, un supermercado, bar restaurante, club social, peluquería, tienda de productos artesanos, club infantil, consulta médica, biblioteca, piscina (600 m2), piscina cubierta, gimnasio, tres aseos lavaderos, zona deportiva (2.000 m2) con pista de baloncesto, tenis, y pádel. Además de la zona de camping (26.000 m2) con capacidad para 112 autocaravanas y 16 bungalows de madera, «viales» internos (7.000 m2) y aparcamiento sobre más de mil metros, además de otras zonas comunes. Sobre las cinco hectáreas totales del proyecto las construcciones definitivas sobre suelo rústico ocuparían más de cuatro mil doscientos.

¿Forestal sí o no?

El Ayuntamiento de Orihuela ha solicitado un canon urbanístico por la actividad de 173.000 euros y un plazo máximo de vigencia de 30 años. Entre los informes que figuran en el expediente se encuentra el rubricado por la dirección de la sección Forestal del Servicio Territorial de la Conselleria de Medio Ambiente esta importancia al impacto ambiental de la actuación, asegurando que «solo» afecta a cinco hectáreas protegidas como ZEPA «en su periferia junto a una carretera (CV-925) en una pérdida que no es significativa o relevante en relación a la alimentación de las aves rapaces». «Téngase en cuenta- dice el funcionario jefe- que la pinada de Sierra Escalona está a dos kilómetros y la cola del Pantano de la Pedrera a más (sic) de 1,5».

Tampoco considera el técnico que el ruido generado por una actividad de camping equivalente a ocho campos de fútbol «sea del calibre que afecte al hábitat, aunque sí hay que ser cauteloso con la iluminación nocturna y el control de los usuarios (sic)». En ese escrito se asegura que la parcela no afecta a suelo forestal mientras que el Servicio de Infraestructura Verde y Paisaje en 2017 asegura que al norte de la finca sí hay una zona forestal.