El Carnaval de Torrevieja puso anoche el broche de oro a la edición de este año con el desfile nocturno en el que participaron una treintena de comparsas de la ciudad que dieron todo de sí para ofrecer un gran espectáculo. Los disfraces llenos de colorido y mucha imaginación, llenaron las calles de la ciudad. La calle Ramón Gallud, por donde desfilaron las comparsas en su recorrido, era un hervidero de personas, unas en los asientos alquilados, y muchas más de pie, que no se quisieron perder el último de los desfiles.

Los participantes, ataviados con exuberantes y creativos disfraces recibieron el calor del numeroso público que no se quiso perder ni un detalle del desfile, en una noche menos fría que las anteriores. Es un desfile algo más desenfadado que el del concurso de la pasada semana cuando un jurado debía votar por los mejores. Fueron también muchos niños y no tan niños los que se disfrazaron ayer para seguir el desfile y disfrutar de las últimas horas del carnaval de 2018. Las comparsas infantiles fueron las que abrieron el recorrido que se prolongó hasta entrada la madrugada.

Los comparsistas demostraron, una vez más, el por qué el Carnaval de Torrevieja está declarado de Interés Turístico Provincial, con unas cuidadas coreografías, fruto de las numerosas horas de ensayo durante todo el año. Con especial atención se siguieron a las comparsas ganadoras de este año, «Aquí hay tomate», en la modalidad de disfraz y «Dando Caña», en la categoría de fantasía, que volvieron a ofrecer un gran espectáculo, esta vez, bajo la luz de la luna. Las carrozas de las reinas del Carnaval pusieron la guinda a la noche carnavalesca.