La zona en la que se está retirando la arena forma parte de los 126.000 metros cuadrados que en el Plan General de Ordenación Urbana figuran como zona verde de las urbanizaciones de Torreblanca. Como ha ocurrido en otros muchos puntos de la ciudad en las últimas décadas, las cientos de viviendas proyectadas a mediados de los setenta, se levantaron y se vendieron pero la zona verde, prevista sobre los terrenos más abruptos y de menor valor urbanístico, e incluso sobre dominio público hidráulico, no se ejecutaron y el Ayuntamiento tampoco exigió al urbanizador que lo hiciera. En el PGOU y la mayoría de los callejeros oficiales de la ciduad, aparece incluso un vial, la calle Las Musas, que sobre el terreno no existe. También figura en en torno a esa calle fantasma una parcela de suelo de equipamiento público, proyectado hace 40 años para zona deportivas, de las que no hay ni rastro. El barranco conserva varias manchas de pinar. Las zonas aledañas de las calles Minerva y Helena se utilizan sin control para el vertido de escombros y enseres.

Ciudadanos en el Ayuntamiento de Torrevieja ha planteado en las últimas semanas que el barranco se convierta en un nuevo pulmón verde de la ciudad aprovechando los actuales trabajos de limpieza. Una zona verde que conecte el barranco con el paraje natural municipal del Molino Blanco y el Parque Natural de Las Lagunas de Torrevieja y La Mata.