No hay mal que por bien no venga. Es lo que debe haberse planteado el área de Playas del Ayuntamiento de Torrevieja. Desde ayer la maquinaria está trabajando en el Barranco de Torreblanca para tratar y retirar 17.000 metros cúbicos de arena que colmatan y tapan la salida natural de la rambla, que desemboca en el paraje natural y parque del Molino del Agua. El Ayuntamiento cumple de esta forma una orden expresa de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) para que se retirara de forma inmediata un material acumulado desde 2009 sin su autorización en un cauce de dominio público hidráulico, con el peligro que conllevaba en caso de lluvias torrenciales.

De paso, el municipio va a poder reutilizar esa arena para regenerar sus playas, al menos durante las dos próximas temporadas, según el edil al frente del departamento, Javier Manzanares (PSOE). La arena recibe un tratamiento para retirar el escombro y que se acumule con la granulometría exigida por la Dirección Provincial de Costas para que pueda ser utilizado ahora en las playas. De momento, la arena, un bien preciado en todos los municipios del litoral de la provincia, se está trasladando y almacenando en un solar municipal del polígono Casagrande.

Pero no va a salir gratis. La contratación de la empresa que está llevando a cabo los trabajos ha supuesto una inversión de más de sesenta mil euros para las arcas municipales, algo más de la mitad del precio de licitación propuesto por los técnicos.

La manguilla

¿Cómo acabó esa arena en el barranco? El propio informe del ingeniero municipal que justifica la contratación lo deja claro. Fue el Ayuntamiento el que autorizó a la promotora que realizó las obras del plan parcial sector 26 La Manguilla, a unos escasos cientos de metros del barranco, a trasladar toda la arena de las obras de urbanización. El municipio autorizó la construcción en este plan parcial pese a los intentos de a mediados de la década pasada del Ministerio de Medio Ambiente de salvar del ladrillo el que era uno los últimos tramos del sistema dunar bien conservado, encaramado a la loma de la Torre del Moro.

La urbanizadora primero, y la constructora de adosados de lujo, después, obtuvo la autorización expresa del Ayuntamiento, según indica textualmente el técnico porque la arena, era un material excelente para su uso en las playas.

El promotor se ahorró el transporte a un recinto autorizado. Sin embargo, el municipio, gobernado en ese momento por el PP, no pidió el visto bueno de la CHS para colmatar el barranco. El expediente de infracción, con amenazas de sanción inminentes, se lo encontró el actual equipo de gobierno ya avanzado cuando comenzó su mandato.