El grupo de miembros de la asociación de Hijos de la Inmaculada de Torrevieja que "pelea" por mantener la tradición familiar de retirada de la mantilla de la patrona en la procesión del Domingo de Resurrección ha impugnado la asamblea de la entidad en la que se resolvió modificar este gesto religioso.

La votación se saldó a favor de la decisión de la junta directiva de cambiar el reglamento para que todos los años se designe a una persona en la que recaiga este honor, retirándoselo a la familia Mínguez Parodi, que instauró la costumbre religiosa hace ocho décadas. Fueron 75 votos frente a 67. Un margen que no anticipaba que el asunto estuviera resuelto en el seno de la asociación, pese a los mensajes que intentaban trasladar justo lo contrario tras hacerse pública la votación. De hecho, los seguidores de la tradición, tal y como se realizaba, anticipan: "De zanjado, nada y vamos a agotar todas las vías a nuestra disposición".

Según el comunicado que ha hecho llegar a INFORMACIÓN.ES quienes rechazan el nuevo reglamento la Asamblea había sido convocada con un "clamoroso incumplimiento" de los requisitos fijados por los Estatutos de la Asociación. También desvelan que habían solicitado la suspensión cautelar de la reunión, con un escrito remitido al opispado, el día antes y acusan a la directiva, presidida desde abril pasado por Antonio Aniorte, una conducta "impropia de una sociedad democrática avanzada".

Aseguran que "contra la práctica seguida en España, tras un mes de haber aprobado la junta el reglamento nadie crítico con la directiva, tuvo acceso al mismo hasta su lectura de viva voz por el Presidente durante la Asamblea". También mantienen que se "impidió el voto a una decena de asociados todos ellos críticos con la Junta Directiva" y otros asociados críticos con la Junta noremitieron delegación de voto al conocer "que solo sería válido el voto presencial, según comunicado de la junta".

Según la misma fuente "miembros de la junta y personas cercanas a ella, aportaron durante el transcurso de la Asamblea una considerable cantidad de votos delegados", con un censo secreto que solo "conoce y maneja la Junta Directiva", en el que se han "llevado a cabo altas de asociados" sin seguir el procedimiento que indican los estatutos.

Para estos "críticos" es "incompatible con la práctica democrática en elecciones justas la existencia de un censo secreto solo visible por unos" y que se le reclamó sin éxito al sacerdote consililario en la reunión. Este grupo de torrevejenses reitera que no da por zanjado este asunto y llevará a cabo todas las actuaciones oportunas que le permita el ordenamiento legal vigente "ante lo que consideran vulneración grave de derechos impropia de una sociedad democrática avanzada". Entre el miércoles y hoy se han desarrollado un par de intentos entre las dos partes para acercar posturas que no han tenido éxito.