El problema no se ha resuelto en dos años y medio. Y lo peor es que no se le ve solución. En septiembre de 2015 la Generalitat amenazó con una sanción si se incumplía la clausura del Teatro Municipal, cierre que se había acordado por carecer de licencia y tras detectarse deficiencias de seguridad. El equipo de gobierno metió entonces prisa a una empresa de certificación externa (OCA), contratada en el mandato anterior precisamente para agilizar la obtención de una licencia que debería tener el espacio escénico desde 2006, cuando abrió sus puertas. Mientras tanto, el Ayuntamiento ejecutó las obras para subsanar los problemas con un desembolso de algo más de 45.000 euros. Pero para lograr la licencia se requería la firma del final de obras del arquitecto responsable. En este caso, Antonio Marquerie, quien en 2006 lo que hizo fue someramente declarar «la puesta en funcionamiento del edificio», para su inauguración, pero esta figura ni sustituye al final de obra ni jurídicamente existe.
Y ahora, al cabo de 12 años, no quiere firmar. Marquerie, quien no se pronuncia públicamente sobre este asunto, no aclara qué hace falta para hacer el gesto después de que la OCA haya certificado que el edificio ya cumple. El equipo de gobierno amenaza con llevarlo al juzgado por daños y perjuicios. El alcalde, José Manuel Dolón (Los Verdes), admitió en el último pleno su impotencia para sacar un asunto que solo depende de la voluntad del arquitecto. El Teatro fue inaugurado por Camps y funcionó hasta 2015 con esos problemas de seguridad y con acusaciones de un sobrecoste de más de 3 millones de euros.
Tampoco se ha querido hacer cargo de la firma el técnico municipal que en su día supervisó el proyecto, Víctor Costa. El Colegio de Arquitectos ha dejado claro que no puede rubricar el fin de obra un profesional ajeno al proyecto -otra de las alternativas que barajaba Dolón- si no se ha producido algún supuesto como incapacidad o enfermedad de éste. Mientras tanto las críticas del PP sobre este asunto arrecian y se ha difundido un vídeo con declaraciones en TVT del edil del equipo de gobierno Domingo Soler (APTCe) asegurando que va a abrir el teatro, algo que no puede hacer sin competencias para firmar ese decreto y sin el aval de un informe técnico.
El PP asegura que si estuviera en el gobierno hubiera resuelto las deficiencias de seguridad y obtenido la licencia sin necesidad de cerrar, y al margen de la clausura ordenado por el Consell. Incluso atribuye al cierre la poca actividad nocturna que arrastran desde hace muchos años las calles del centro.
