El exdirector del colegio José María Manresa de San Fulgencio, Jesús Pastor, ha negado su responsabilidad en el desfase contable detectado en las cuentas del centro educativo que ha revelado una investigación el Tribunal de Cuentas. Según ha trasladado a través del abogado que lo defiende, el descuadre de 39.104 euros en la contabilidad se ha debido a errores cometidos después de que él dejara el cargo, en agosto de 2015. El exdirector asegura además que en su día presentó alegaciones que no se tuvieron en cuenta y defiende que él no ha cometido ninguna irregularidad en los 32 años que ha estado al frente del cargo.

Pastor asegura que se ha producido una cadena de errores que le han llevado ahora a estar en una posición que no merece. Explica que desde el primero momento efectuó alegaciones al informe de control financiero que detectó la supuestas irregularidades. Mantiene que lo hizo dentro del plazo concedido por la Conselleria pero no se tuvieron en cuenta. Señala igualmente que en ese informe existen «errores aritméticos y de cuenta» que no fueron subsanados por la administración a pesar de su advertencia. Lo que el exdirector defiende es que el periodo al que alude ese informe de control financiero es a todo el 2015 mientras que él se jubiló en agosto de ese año. Por lo tanto, el cierre contable lo hizo la nueva dirección y no él, sostiene, por lo que tendrán responsabilidad en este asunto. También ha aportado un extracto bancario que refleja que cuando él dejó se ser director el saldo que había en la cuenta del centro educativo no era de 54.803,33 euros, como refiere el informe de control financiero, sino que existían 62.552,91 euros.

Error

Jesús Pastor ha detallado de igual forma que dos partidas de 16.587 euros y 6.699 euros no se abonaron por duplicado, sino que por error se apuntó en 2015 en vez de en el año 2014. Esgrime también que la certificación del libro de caja que emitió el nuevo equipo directivo a fecha 18 de noviembre de 2015 «es un documento sesgado de parcialidad» porque el certificado se emitió en noviembre de 2015 mientras no se pudo certificar ni cotejar su original porque fue sustraído en septiembre y, por lo tanto, no se encontraba en el centro educativo. Por ello estima que la mencionada certificación sólo se tendría que haber hecho hasta septiembre.

El letrado del exdirector, Ángel Lorenzo Penalva, dice asimismo que en la contabilidad que ya hizo el nuevo equipo directivo se duplicaron ciertos conceptos vinculados a pagos de comensales y otros, todos ellos después de que su representado se jubilara. Además ha presentado en el Tribunal de Cuentas un recurso por indefensión judicial por prueba, que está pendiente de resolver.

«Has la fecha se nos ha impedido el acceso al libro del comedor por la dirección del centro así como por la dirección territorial de Educación, generando una indefensión judicial porque se nos impide probar aquellas partidas que estimamos erróneas», asevera el abogado.