Un virulento incendio calcinó ayer un huerto de palmeras en una finca de la Vereda Liorna en la pedanía oriolana de Desamparados. El fuego se inició a las 11.30 horas por causas que se investigan y no se pudo dar por extinguido hasta dos horas después, a las 13.30 horas.

Las llamas arrasaron unos 1.000 metros cuadrados de extensión, donde se encontraban estas palmeras, de las que se prendieron más de 500. Hasta el lugar del incendio se desplazó el vehículo de primera salida y el nodriza del Parque de Bomberos de Orihuela y el vehículo de primera salida del Subparque de Bomberos de Almoradí. Los efectivos controlaron el fuego poco después, evitando que las llamas alcanzaran las naves agrícolas e industriales, así como otros terrenos de huerto, que se encuentran en las inmediaciones del palmeral.

El viento propició que el fuego se fuera extendiendo por la plantación, a lo que se unió la sequedad de muchos de los ejemplares que han quedado calcinados. Las palmeras llevaban mucho tiempo sin ser podadas, lo que suele ser habitual debido al alto coste del mantenimiento y tratamiento de las palmeras.

Las palmeras se plantaron hace varios años, con el boom de la construcción, cuando eran muy demandadas para decorar los jardines de las viviendas. Sin embargo, de un tiempo para acá la venta de palmeras ha sufrido un gran bajón, debido también a que son muy sensibles a algunas plagas, como la del picudo rojo.

Sólo se han conseguido salvar en torno a una treintena de palmeras de las más de medio millar que había en esa enorme plantación, que ha quedado arrasada.

Hace unos meses dos huertos de palmeras también se incendiaron, en la carretera que de Arneva y después en el Camino de Enmedio. En ambos casos los incendios fueron provocados, según los atestados policiales. En el caso del último siniestro se investigan aún las causas que lo han podido provocar.

Los efectivos de bomberos de la Vega Baja han tenido mucho trabajo esta semana. El pasado miércoles un incendio cerca del polígono industrial de La Granadina en San Isidro obligó a movilizar a 38 bomberos y brigadistas. El fuego calcinó 3 hectáreas de cañizo y matorral y tuvo un leve repunte el jueves que obligó a volver a los bomberos a la zona para refrescarla.