Los centros de salud constituyen uno de los primeros lugares donde acuden las víctimas de violencia de género. Las mujeres afectadas por esta lacra no siempre llegan con moratones o marcas físicas que evidencian una agresión. A veces la situación de maltrato deriva en otras patologías como pueden ser trastornos de ansiedad. Los centros de Atención Primaria del Departamento de Salud de Orihuela han detectado 58 casos de violencia machista durante el año 2017 gracias a un protocolo específico establecido. El trabajo se inicia con una serie de encuestas que permiten romper el hielo para tratar este asunto con el equipo sanitario, que ha sido preparado para informar de todos los recursos que las afectadas tienen a su alcance. El mensaje es claro: se puede y se debe salir de esa situación.
Con el objetivo de participar activamente en la detección precoz de estos delitos y seguir con las pautas del programa de vigilancia frente a la violencia de género que se desarrolla en Atención Primaria, los profesionales del departamento realizan encuestas a las mujeres mayores de 14 años que acuden a las consultas. «Durante el 2017 se ha encuestado a 3.526 mujeres, más del doble que el año pasado», según informó el director de Salud Pública del departamento, el doctor José Cano. Los datos revelan que el 1,64% de las mujeres encuestadas han declarado haber sufrido algún episodio de violencia física, psíquica o sexual. «Este porcentaje, aun siendo alto, es bastante inferior a la media de la Comunidad Valenciana, el cual se situó en el 2,56%», matizó Cano.
La coordinadora médica del Centro de Salud Álvarez de la Riva de Orihuela, Inma Marín, explicó que sobre todo se detectan casos de violencia psicológica y a la víctima se le presta una atención multidisciplinar, entrando en juego el equipo de trabajadores sociales. En ocasiones también se les deriva a la Unidad de Salud Mental. En muchos casos se avergüenzan de la situación y sienten que su entorno las victimiza. «En general todas las mujeres a las que se le pregunta están de acuerdo con la iniciativa. Es un tema muy importante. A veces, gente que no se habría atrevido de otra forma, al final de lo cuenta», añadió la doctora Marín. De igual modo señaló que si una mujer no quiere participar en estas encuestas pero se tiene la más mínima sospecha de que puede ser víctima de violencia machista, se deja reflejado en su historial. «Las mujeres que acaban reconociendo el problema pueden incluso salir de la consulta con un parte médico que pueden entregar directamente en el juzgado. Asimismo se les ofrece atención psicológica o se les deriva a los trabajadores sociales para hacer un seguimiento del caso y buscar la ayuda que necesiten», prosiguió Marín.
Desde el Departamento de Salud de Orihuela consideran que la violencia de género constituye un auténtico problema de salud pública y que el equipo de profesionales sanitarios deben conocer sus síntomas, saber detectarlos, derivarlos, registrarlos y tratarlos. En ese sentido, aseguran que se trabaja para alcanzar los objetivos planteados desde la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública para desterrar las desigualdades de género y luchar contra la violencia.
Las mismas fuentes destacaron que el equipo de trabajo multidisciplinar para la igualdad es el encargado de elaborar y potenciar acciones para fomentar la igualdad de género, la prevención de la violencia, sensibilizar y formar a los diferentes colectivos profesionales sobre este tema. «Durante el año 2018 el área asistencial seguirá vigilando este problema con el objetivo de poner en evidencia una realidad latente e intentar erradicar en la medida de lo posible sus consecuencias», afirmaron desde el departamento.
