La polémica retirada de la Cruz de los Caídos de Callosa de Segura ha causado un profundo malestar en el colectivo cofrade. La Junta Central de Semana Santa ha expresado su rechazo frontal a la decisión del tripartito (PSOE, IU y Somos Callosa) y ha anunciado que no se quedará impasible. Pasará de las palabras a los hechos. Para empezar, la junta directiva ha acordado que no acudirá a ningún acto al que esté invitado el alcalde, Fran Maciá, o cualquier otro miembro del equipo de gobierno. Su determinación tendrá una clara repercusión si se tiene en cuenta que faltan menos de dos semanas para el comienzo de la Cuaresma. Mientras tanto, el municipio sigue en vilo a la espera de la resolución del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), que debe decidir si la obra continúa o sigue paralizada. Aunque la Cruz se retiró el lunes, en la Plaza de España sigue todavía la peana con el nombre de los 81 caídos.

El presidente de la Junta Central de Semana Santa, Manuel Mora, explicó ayer que la decisión de no acudir a actos o procesiones a los que haya sido invitado el tripartito no ha sido sólo por la decisión de quitar la Cruz. Es también «por la falta de consideración y respeto demostrada en el vídeo que ellos mismos grabaron y compartieron, donde incluso se mofan de la Cruz diciendo 'Dios en un camión'». El vídeo al que se refiere Mora es una grabación que se filtró a través de las redes sociales. Fue filmado desde el Ayuntamiento mientras los operarios retiraban la Cruz y en él se escuchan diferentes comentarios de los ediles del tripartito, algunos de ellos calificados de ofensivos por el PP y por la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Cruz.

«La Junta Central de Semana Santa, como la asociación pública de fieles más arraigada y numerosa de Callosa, condena y rechaza enérgicamente los hechos ocurridos en la madrugada del 29 de enero de 2018, momento en el cual se atentó por parte del alcalde contra el símbolo religioso que nos representa a toda nuestra comunidad, la Cruz de Cristo», expresó el colectivo a través de redes sociales.

Trascendencia

La decisión adoptada por la Junta Central tendrá una trascendencia inmediata en el municipio. Si cualquier cofradía, hermandad o grupo religioso invita al regidor o a los concejales de izquierdas a participar en sus actos sabrá de antemano que no acudirán los miembros de la junta directiva. Claro que no parece que esta medida vaya a causar gran revuelo si se tiene en cuenta que son ya varios los grupos cofrades que se han manifestado en contra de lo que ocurrió el 29 de enero, cuando se llevó a cabo la retirada del símbolo hasta que el TSJCV ordenó paralizar los trabajos. Por ejemplo, desde la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores se afirmó en redes sociales su «repulsa y más firme condena» por la retirada de la Cruz. También la Cofradía de la Santa Cruz dijo que la retirada del símbolo se había realizado «en contra del deseo de la mayoría de los callosinos» y expresó su «repulsa y condena por la eliminación del signo que nos identifica como cristianos». El malestar de los diferentes grupos religiosos fue a más al conocer que la Cruz había quedado arrumbada en el exterior del Museo del Cáñamo.

Mientras tanto, todo el municipio está a la espera de que se reciba una comunicación que tiene que llegar desde el TSJCV. Los magistrados tienen que decidir si mantienen o no la medida cautelar solicitada por la Plataforma e impiden que se termine de ejecutar el traslado del monolito antes de que finalicen los procesos judiciales pendientes. En ese sentido, fuentes del TSJCV trasladaron ayer a este diario que los jueces encargados de instruir este asunto se reunieron el pasado miércoles para abordarlo. No obstante, al cierre de esta edición no se había comunicado ninguna novedad al respecto. Las mismas fuentes indicaron que la decisión podría llegar hoy mismo o demorarse varios días más.