Casado, con dos hijos, de profesión químico, trabaja en el Instituto Murciano de Investigación de Desarrollo Agrario y Alimentario. Su vinculación a la Semana Santa se remonta a los años 70. Empezó en el Ecce Homo y es vicepresidente de la Hermandad del Silencio, de la Cofradía de Los Azotes, pertenece a Los Pilares de la Soledad, a la Orden Franciscana Seglar y es presidente del Patronazgo de la Ciudad de Orihuela. Este año ha sido nombrado Pretor XV de la Cofradía del Ecce Homo. José Sáez Sironi fue Nazareno de Orihuela en 2007 y abanderado de la Junta Mayor en el año 2000, dos cargos que quiere que se reflejen porque los lleva con orgullo.
Accedió al cargo en junio del año pasado, tras la sorpresiva renuncia de Ignacio Martínez y tras presentarte como único candidato en una votación en la que obtuvo 35 votos a favor y 6 en blanco, de los 41 asistentes con derecho a voto. ¿Se lo esperaba?
No. Yo siempre he estado al lado de Ignacio y es algo que nos pilló por sorpresa a todos.
Cuando se marchó Ignacio Martínez dijo que no podía trabajar por la división que había dentro de la Junta Mayor. ¿Se ha encontrado esa división y con esos problemas en estos meses?
Mi primer objetivo al acceder al cargo fue intentar unir para poder trabajar. Me presento porque las dos partes que había dentro de la Junta Mayor me pidieron que me presentara. Fui un candidato de consenso. Si no, hubiera habido más candidatos y no los hubo. Tengo que mantener que las cofradías sigamos trabajando juntas, que eso es importante. Somos 14 cofradías y cada una tiene sus intereses y siempre hay fricciones, que debo evitar. Debemos estar lo más unidos posible.
¿No le han puesto piedras en el camino como denunció Ignacio Martínez tras renunciar a su cargo?
No, para nada. Lo que me he encontrado son buenos gestos de todos. No he tenido ni el más mínimo problema. No quiero entrar en lo que hizo mal o bien Ignacio. Se crearon dos corrientes dentro de las cofradías que no convergían y así es muy difícil dirigirlas. Ahora todas las cofradías están integradas en la dirección de la Junta Mayor y antes no estaban todas representadas en la Junta. Yo desde el primer momento he querido que todas las cofradías tuvieran su participación, su autonomía y una responsabilidad dentro de la Junta Mayor.
¿Cuáles son sus objetivos a corto plazo?
Lo primero es mantener la Semana Santa de Orihuela en el nivel que está, con esa declaración de Interés Turístico Internacional. Pero hay que hacerla más grande. Uno de mis objetivos principales es proyectar la Semana Santa fuera de Orihuela, no quiero que nos quedemos mirándonos a nosotros mismos. Hemos ido a Fitur en Madrid y tenemos previstas otras actuaciones para darla a conocer. Hay que difundir y vender la Semana Santa, ese es el reto, manteniendo la calidad de los desfiles procesionales.
¿Cuál ha sido el error de los que han gestionado la Semana Santa para que no sea más conocida fuera de la ciudad, a pesar de su Interés Turístico?
No me gusta hablar de errores de los anteriores. Pero sí que nos hemos dedicado más a nosotros mismos que a hacer algo por difundirla. Hay que salir fuera, traer congresos a la ciudad que se están celebrando en otros lugares. Han pasado los años y no lo hemos hecho. Hemos estado más centrados en mirarnos el ombligo. Pero eso se puede solucionar. Puedo adelantar que en octubre de 2019 se celebrará en Orihuela el Congreso Provincial de Cofradías y Hermandades y es un evento muy importante. Y este año, en octubre, vamos a hacer una celebración especial con motivo del 30 aniversario del Museo de la Semana Santa.
El Museo de la Semana Santa acoge todos los pasos, menos La Diablesa, pero no es de los más visitados de la ciudad. ¿Tiene pensado hacer algo para cambiar esta tendencia?
Lo primero es que se incluya en los recorridos turísticos de la ciudad por parte del Ayuntamiento, ya que ahora no se incluye. Estamos en conversaciones con el Ayuntamiento para que se incluya. Este museo lo paga y subvenciona la Junta Mayor, a diferencia de los museos municipales. Nosotros no tenemos guías. En Navidades hemos tenido más de 1.500 visitantes, cuando en este mismo periodo otros años era de 100. Estamos haciendo una campaña escolar para que los colegios lleven a los chavales al museo y acabamos de obtener la certificación Sicted de calidad. También se ha instalado una nueva iluminación.
Los que sigan la Semana Santa de la ciudad, ¿van a notar cambios este año?
Lo primero es que se han organizado, por primera vez, las Jornadas Gastronómicas de Cuaresma con comidas de vigilia en los conventos. Los desfiles no van a cambiar, porque son tradiciones y en cada pueblo tienen su idiosincrasia. No puedo pretender que aquí sea la Semana Santa tan seria como en Castilla y León, porque no va con nuestro carácter, ni tan bulliciosa como en Sevilla? Cada uno tiene su identidad. Aunque sí cambiaremos algunas cosas, como el pregón de la Semana Santa, en lo que rodea a ese acto. También puede haber una sorpresa puntual en los recorridos, que ahora no puedo adelantar. Y vamos a aplicar la tecnología. Está en desarrollo una aplicación para móviles mediante códigos QR que se pondrán en cada trono y permitirá al que esté viendo la procesión, con su teléfono, acceder a toda la información de ese paso. Tenemos que abrirnos a la sociedad.
¿Qué cambiaría del recorrido de las procesiones?
A mi me gustaría que el recorrido no fuera todos los días el mismo. Pecamos de monotonía porque desfile de domingo, lunes, martes, miércoles? todos son exactamente iguales, todos saliendo del mismo sitio. Me resulta monótono, es uno de los fallos que tenemos. Antes unos salían de un sitio, otros de otro. Si todo va bien y puedo trabajar sobre eso lo haré.
¿Y en la vestimenta?
Eso es intocable. Son vestimentas tradicionales de muchos años. Aquí no hay polémica con las mantillas. Si es posible no queremos ni cambiar el escudo de Orihuela que es muy parecido al de la Junta Mayor (risas). El obispo dijo recientemente que era el escudo de la Semana Santa que más le gustaba (sonríe). También es intocable el dar caramelos. El caramelo nos identifica y es un instrumento para enganchar a los niños a la Semana Santa y tiene su simbología. Otra cosa es el protocolo, que es uno de los caballos de batalla y que hay que conseguir consensuar.
¿Qué es la Semana Santa para usted?
¡Uf! (suspira). Qué pregunta más difícil. La Semana Santa para mí es un motivo de relacionarte, donde haces amigos y puedes decir que aquí tienes tus raíces de estar y a nivel espiritual. No podría estar fuera de Orihuela esa semana. Es una forma espiritual y social. No hay día del año que no hagas algo para la Semana Santa. Estoy en la playa y algo de ella toco todos los días. Tengo una colección de miniaturas de la Semana Santa espectacular, que hago yo mismo de manera artesanal.
¿Hay espacio para otras cofradías en la Semana Santa oriolana?
No depende de nosotros, sino del Obispado. Hace años se planteó una cofradía que quería entrar, pero había una duplicidad de elementos y se desestimó. Ahora no hay ninguna petición.
¿Qué cambios le han planteado las cofradías?
Me han sugerido algunos cambios en el pregón y que abramos las redes sociales, cosa que estamos haciendo y en ser más transparentes. También en buscar una solución al Viernes Santo porque es una procesión muy larga que lleva muchos tronos y hay que organizarla mejor. La Semana Santa de Orihuela ha crecido exponencialmente en valor patrimonial. El Santuario de Monserrate se nos queda pequeño. También vamos a tener un asesoramiento jurídico y contable.
El Ayuntamiento concede una subvención nominal a la Semana Santa. ¿La consideran suficiente?
Nunca es suficiente, siempre se nos queda corta. Pero no me puedo quejar porque hay ayuntamientos que no colaboran con su Semana Santa. Estamos intentando no ceñirnos sólo a la Concejalía de Festividades, que nos da anualmente una subvención. Queremos que Cultura y Turismo también se involucren.
¿Le parece el espacio adecuado el Museo San Juan de Dios para exponer La Diablesa?
Nosotros ni entramos ni salimos en este asunto. Es algo que está en los tribunales y se trata de un conflicto entre el Obispado y el Ayuntamiento que se tendrá que solucionar. Ya me gustaría que volviera al Museo de la Semana Santa.
