El catálogo de elementos protegidos del Ayuntamiento Torrevieja, que sirve para señalar el patrimonio que no debería perderse, recogido en el PGOU de 1986 y supuestamente «actualizado» en el año 2000 es de lo más chapucero. La memoria justificativa apenas supera el párrafo de extensión y la descripción de sus elementos se limita exclusivamente a su enunciado. Como es casi imposible averiguar por qué se decidió proteger algo desde el punto de vista patrimonial, tampoco es fácil conocer para los técnicos qué medidas hay que adoptar para preservarlos. Algo que facilita las cosas a los propietarios, ahora promotores, que esperan pacientemente la declaración de ruina.