La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) lo viene diciendo desde hace tiempo, los insectos son una fuente importante y fácilmente accesible de alimentos nutritivos y ricos en proteínas y son la posible solución al hambre en el mundo. La falta de alimentos podría llegar en unos años con el incremento de la población y los insectos son una fuente de proteínas alternativa. Sólo hay que dejar atrás los tabúes, que es, quizá, lo más difícil. Y con esa premisa, cuatro estudiantes del Grado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela, de la Universidad Miguel Hernández, han decidido crear una crema de cacao que no pierda el sabor pero que en su elaboración se apostara por algún ingrediente que rebajara las calorías, las grasas saturadas y los hidratos. Y dándole vueltas al tema dieron con el ingrediente que cumplía su objetivo: los grillos. Además, conseguían un doble objetivo porque aumentaban las proteínas y la fibra.

Esta crema de cacao con grillos se ha presentado hoy en las V Jornadas de Desarrollo e Innovación de Nuevos Productos Alimentarios "New Food"que se ha celebrado esta mañana en el Auditorio de La Lonja de Orihuela. Ni que decir tiene que ha sido el producto, de las nueve propuestas presentadas al concurso, que más impacto ha tenido. En el propio jurado que tenía que decantarse por uno de ellos, había ciertas reticencias a probar tan delicado bocado, presentado en un bote de cristal, como las cremas de cacao que se venden en los supermercados, pero con la diferencia de que ya su nombre "El grillo" y su logotipo, el insecto con las alas abiertas, no dejaba lugar a dudas de cuál es su ingrediente estrella. El invento es obra de los estudiantes Iván Pérez, Rubén Zambudio, José Avelino Igual y Antonio Sanchiz, quienes han estado dos meses investigando y haciendo muchas pruebas para llegar al producto final, que hoy se ha degustado tanto solo como acompañado de frutas. "Los insectos son el alimento del futuro ya que en unos años la carne será tan cara que la mayoría de población no podrá acceder a ella y consumirá insectos, es cuestión de romper los tabúes sociales que tenemos", ha explicado Sanchiz.

Quienes se han atrevido a probar la crema han coincidido en señalar que tiene un rico sabor a chocolate y han reconocido que tendrían muchas dificultades para distinguir el sabor de una comercial tradicional de la presentada hoy, elaborada a base de harina de grillos, avellanas, boniatos, cacao y dátiles, que sustituyen al aceite de palma empleado en la mayoría de las cremas de cacao que se venden. "Nuestra crema de cacao es más saludable nutricionalmente y nos adelantamos al futuro, ya que la Unión Europea va a tratar este mismo año la comercialización de alimentos elaborados con insectos, como base de la alimentación del futuro", defendían los estudiantes. "La industria alimentaria va encaminada al uso de insectos", han asegurado. Los estudiantes se han decantado también por productos locales, de la provincia, como los dátiles o los boniatos, además de la harina de grillos, procedente de una granja alicantina dedicada a la cría de estos insectos. "Optamos por los grillos porque eran más fáciles de conseguir que otros insectos, fáciles de trabajar y, además, parece que hay más familiaridad con ellos y puede dar menos reparo probarlos que unas cucarachas, por ejemplo", indicaba uno de ellos. Los "valientes" comensales pueden presumir de haber comido sus primeros insectos con la chapa que han regalado en la que se podía leer "Yo he probado El Grillo, ¿y tú?".

La crema de chocolate con grillos ha sido el producto más llamativo presentado hoy, pero al concurso "New Food" se han presentado otros ocho alimentos innovadores que no se quedan atrás en cuanto a creatividad. En esta edición han triunfado los alimentos saludables, con ingredientes que pueda consumir el mayor número de personas (sin gluten y sin lactosa) y que pueden encontrarse en la provincia de Alicante. Los alumnos tenían el reto de hacer alimentos innovadores, creados en los laboratorios de la EPSO con el material del que disponen y que consiguiera sorprender por su sabor, además de darles un nombre comercial y utilizar técnicas de márketing. Y lo han conseguido todos sin excepción. Es el caso del paté "La Orza del Segura" a base de quinoa, dátil y membrillo, y que ha sido uno de los trinfadores del certamen. Envasado en una pequeña orza (recipiente de barro) este paté apto para celiacos "tiene un 30 % menos de grasa que el resto y es una gran fuente de fibra, han señalado sus creadoras, Nuria Blain, Miriam Rabasco, Celeste Ruiz y Zaira.

También han gustado mucho los snacks de boniato en sus tres variedades, solos, con sal y pimienta y picantes "sin colorantes ni conservantes y con un 15 % menos de grasa que otros chips y es una alternativa al excedente de boniatos, un producto de aquí poco consumido en el interior del país, donde nos gustaría que se extendiera" han explicado los padres de "Boniafit", María Rubio, José Manuel González, José Luis Pineda y Akari.

Suilem, Yaiza, Sandra y Raquel, por su parte, han presentado un helado de calabaza con dátil, quinoa, caqui y especiado con canela y nuez moscada "sin azúcares añadidos y apto para celiacos e intolerates a la lactosa" han recalcado. Un helado diferente no sólo por su sabor sino también por el acompañamiento en los platos ya que se ha presentado junto a unos trozos de carne "para que se vea la versatilidad del producto que encaja bien tanto como guarnición de carne y como solo como postre".

Luciana, Bianca, Paula y Carmen han optado por otro postre, el "Flanandino", un flan elaborado a partir de semillas andinas, harina de amaranto, chía, leche sin lactosa, reducido en un 50 % de huevo y cubierto con un sirope elaborado a partir de granada mollar de Elche que sustituye al caramelo. "No le quitamos el valor nutritivo al flan, al tener proteínas animales y vegetales, pero es más sano, con mucha fibra, omega 3 y sin gluten", han señalado quienes han diseñado este postre "apto para veganos y celíacos".

Han completado este interesante y diferente menú una pasta fresca de ñoquis elaborada con boniato y chía usando como colorantes la remolacha y el alga espirulina, unos rollos de carne, barritas energéticas de granos andinos y una salsa gourmet de chía y granada. El jurado no lo ha tenido nada fácil y los premios han estado muy repartidos.