Es uno de los pocos municipios de la Vega Baja que sigue creciendo. Lo hace sin prisa pero sin pausa. Almoradí agrupa ya a 20.773 vecinos y desde hace dos décadas viene registrando un aumento de población lento pero continuo. Principalmente, ha sido la llegada de extranjeros lo que ha motivado el incremento demográfico. Los residentes de origen internacional copan ya casi el 23% del padrón. Esta tendencia al alza es diametralmente opuesta a la que se está registrando en otros municipios de la Vega Baja como Orihuela, Torrevieja o Guardamar del Segura, que siguen en descenso poblacional.

La evolución del padrón por nacionalidades refleja que en este momento son 16.026 españoles los que viven en Almoradí frente a 4.747 extranjeros. La segunda nacionalidad con más peso es la de ciudadanos que han llegado desde Marruecos y se ha establecido en la localidad. Según un estudio elaborado por el Ayuntamiento, son 2.409 personas de procedencia marroquí las que en la actualidad están registradas como residentes. A este respecto cabe resaltar que la población española se ha incrementado en 2.247 personas en las últimas dos décadas mientras que la llegada de vecinos desde el país africano ha crecido en 2.275 el mismo periodo.

La tercera nacionalidad en número de residentes en Almoradí es la de Reino Unido, que suma 794 vecinos. En ese sentido cabe resaltar que el censo se ha desinflado en los últimos años, pues los británicos empadronados en el año 2000 ascendían a un total de 1.025, según el citado estudio. A estos le siguen los ucranianos, con 190 empadronados; rumanos, con 170 inscritos, y rusos, con 114 registrados.

Cambios políticos

Este aumento de la población se traducirá también en cambios a corto plazo en el Ayuntamiento. Si hasta ahora la corporación municipal está formada por 17 representantes políticos, a partir de las elecciones de 2019 el número de concejales aumentará hasta 21. Ello porque se han rebasado ya los 20.000 habitantes. De igual forma, aumentarán las transferencias económicas que llegan del Estado y que se otorgan a las localidades españolas en relación a su número de empadronados.

La alcaldesa de Almoradí, María Gómez, explicó ayer que esos datos recogidos en el padrón municipal tendrán que ser contrastados ahora por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que apunta cada año la cifra oficial de residentes en todas las localidades de España. Para la regidora son varias las claves principales de este crecimiento demográfico en el municipio, que ha pasado de tener 14.050 habitantes en el año 2000 a los 20.773 actuales. Una de ellas es que la localidad, situada en el centro de la comarca, ha sido elegida por cientos de vecinos de otros municipios para fijar aquí su residencia. Lo han hecho porque «ofrece muchos servicios que quizá no encuentran en pueblos más pequeños de alrededor». La regidora destaca también que durante los años del boom del ladrillo en Almoradí se construyó a un ritmo ciertamente elevado. Muchas familias y nuevos matrimonios decidieron fijar aquí su residencia. Después llegó la crisis inmobiliaria y las promotoras se vieron obligadas a bajar los precios de las viviendas para seducir a potenciales compradores, que fueron igualmente eligiendo la localidad para establecerse.

Agricultura

Almoradí es además un municipio cuya actividad económica sigue muy ligada a la agricultura y ese es un sector que da trabajo hoy a numerosos inmigrantes, sobre todo marroquíes. No hay estadísticas oficiales sobre esta cuestión, pero solo hay que cruzar su huerta y ver los grupos de jornaleros para constatar esta realidad.

María Gómez destacó además que en el municipio se viene haciendo desde hace años un seguimiento riguroso del padrón para evitar cifras ficticias. «Cada año se han estado enviando cartas para que los vecinos confirmen que siguen residiendo aquí. Si no contestaban al segundo año, se les daba de baja de oficio», resaltó ayer la regidora.

Ese es un trabajo que no se ha hecho en otros grandes municipios de la comarca o no se ha hecho bien. Por ejemplo en Orihuela este año se ha tenido que dar de baja a 4.000 vecinos de una tacada, quedándose por debajo de los 80.000 habitantes. Y lo mismo en Torrevieja. Según el INE, en 2012 este municipio costero llegó a tener 105.000 vecinos y en la actualidad mantiene 85.000.