La Conselleria de Obras Públicas mantuvo una reunión el pasado martes con alcalde, empresarios y universidades de la Vega Baja en la cual se comprometió a incluir el intercambiador de mercancías de la comarca en el protocolo que la Generalitat Valenciana tiene que firmar en breve con el Ministerio de Fomento.

El encuentro no se había hecho público como tampoco esta promesa que corrió de parte de Carlos Domingo Soler, director general de Obras Públicas, Transporte y Movilidad, quien acudió con su equipo técnico.

El encuentro pretendía fijar los pasos a seguir y la coordinación necesaria para que «el proyecto de carretera-ferrocarril del sur de la Comunidad Valenciana esté en la agenda de trabajo de las infraestructuras de la red ferroviaria de ambas administraciones», explicó al periódico uno de los asistentes.

El nodo se establecería a caballo entre los municipios de San Isidro, Catral y Callosa de Segura, lo que llevó a los tres regidores a encabezar una delegación que también incluía a las asociaciones de empresarios ASEMVEGA, AESEC (Asociación de Empresas de Servicios de Elche y Comarca), FOPA (Federación de Obras Públicas de la Provincia Alicante), Cámara de Comercio de Orihuela y a la Asociación Valenciana Empresarios (AVE), junto a la Universidad de Alicante (UA), que ha realizado el estudio de viabilidad.

A Carlos Domingo Soler se le presentó el modelo de negocio que ha previsto la UA para garantizar la viabilidad del proyecto, lo que supondría el transporte de mercancía contenerizadas, una propiedad pública pero una explotación privada y que se realizaran cargas completas de trenes con la mercancía.

Plataforma

Además de la promesa de la Consellería de incluir el nodo en dicho protocolo con Fomento, Obras Públicas también se comprometió a llevar a cabo un nuevo estudio pormenorizado de costes alrededor y sobre la ubicación del intercambiador, cuáles serían los viales de acceso a la plataforma logística por carretera y su coste, junto otras inversiones, como el de la plataforma o las que conllevaría la infraestructura ferroviaria. Y, y esto es lo más importante, la evaluación de la demanda del intercambiador en el contexto del estudio del sector logístico de la Comunidad.