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Orihuela cierra el 2017 con menos de 80.000 habitantes, la cifra más baja en 10 años

La ciudad pierde 4.000 vecinos en un año y la bajada repercutirá en los ingresos estatales

El descenso de población se acusa sobre todo en las urbanizaciones de Orihuela Costa. tony sevilla

Orihuela cierra el 2017 con las cifras del padrón más bajas de los últimos años. El Instituto Nacional de Estadística (INE) daba el «disgusto» al Ayuntamiento hace tres semanas cuando cifraba en 76.097 habitantes la población empadronada en Orihuela, si bien con los datos cruzados con el Ayuntamiento asciende a 80.140, a los que hay que restar 2.000 bajas del padrón que aún no se han mecanizado, por lo que la cifra definitiva apenas supera los 78.000 habitantes. Se baja así de la barrera de los 80.000 oriolanos, lo que no sucedía desde el año 2006 cuando la población, según el INE, se situó en 77.979 habitantes, cifra similar a la de este año 2017.

El descenso de población se ha ido evidenciando desde 2014, cuando el Ayuntamiento recibió un oficio del INE que comunicaba la decisión de la Comisión Permanente del Consejo de Empadronamiento de no contabilizar las inscripciones NO ENCSARP, es decir, de ciudadanos europeos y no europeos con Tarjeta de Residencia Permanente que, comunicadas en los años 2009 y 2010, continuaran pendientes de confirmación, lo que supuso un descenso entonces de 8.000 habitantes, los que no pudieron ser localizados por el Ayuntamiento y hubo que darlos de baja, principalmente en Orihuela Costa. Esta depuración del INE dejó a la localidad lejos de los 91.260 habitantes que les dio el padrón en 2013. Y ha ido cayendo a un ritmo de unos 2.000 habitantes anuales, aunque este año la cifra es de 4.000 empadronados menos que en 2016, cuando la población estaba en 80.359 habitantes. Una situación similar por la que atraviesan otros municipios de Alicante, sobre todo de la costa, como Torrevieja, Benidorm y las localidades de la Marina Alta, donde la población extranjera es muy numerosa y muchos, al marcharse del país, no se dan de baja del padrón. El INE cruza ahora los datos con los ayuntamientos de manera más eficaz.

El descenso de población es especialmente acusado en Orihuela Costa donde hay 28.000 empadronados, con la pérdida de casi 3.000 habitantes en el último censo. Sólo en residentes británicos se ha notado una bajada del padrón de unas 1.500 personas. Son la colonia más numerosa en las urbanizaciones costeras, con 8.000 vecinos nacidos en Gran Bretaña residiendo de manera continua a lo largo del año, junto a los alemanes y, algo menos, los nórdicos, sólo superados por los españoles que, aunque no lo parezca, son mayoría en la costa oriolana.

El Brexit, aunque aún no se ha implantado, está haciendo mella y preocupa a esta importante población de residentes británicos, que hace unas semanas se reunía en el ayuntamiento periférico de Orihuela Costa con la vicecónsul de Gran Bretaña, Sara Munsterhjelm. Temen perder sus derechos sanitarios, principalmente. Y la solución a corto plazo que se les dio es sencilla: empadronarse en la ciudad.

10.000 más

Paradójicamente, los datos de consumo de agua no muestran ese descenso de población. Todo lo contrario. Según estos datos en Orihuela hay entre 8.000 y 10.000 personas más residiendo de lo que aparece en el empadronamiento, lo que situaría a la población real residente en la localidad en torno a las 88.000 personas, más cerca de las 90.000 de hace cuatro años que de las menos de 80.000 de 2017. Es, precisamente, a esa población que reside en Orihuela pero que no cuenta al no estar empadronada (en su gran mayoría son europeos) a la que se pretende convencer para empadronarse con una premisa muy clara: a menor población, menos impuestos se recaudan y con menos impuestos, menos transferencias da el Estado a la ciudad, lo que repercute en menores servicios.

Lo explica la edil de Estadística Noelia Grao, quien considera que Orihuela Costa podría contar con dos centros de salud en lugar de uno, porque se mide por población y por número de tarjetas sanitarias SIP (Sistema de Información Poblacional ). «A muchos residentes extranjeros se les olvida confirmar su decisión de mantener la residencia en España, lo que deben hacer cada 2 o 5 años, dependiendo de su país de origen, y se enteran de que se les ha dado de baja cuando acuden al médico y su tarjeta SIP ha sido desactivada», explica.

Hasta ahora había una cierta reticencia de algunos residentes a empadronarse para no perder parte de su pensión en su país y no pagar impuestos en España no teniendo que hacer la declaración de la Renta. Se inscribían como residentes temporales, lo que les permitía recibir una tarjeta sanitaria provisional, pero no confirmaban su residencia en el país al agotarse el plazo para hacerlo, sin que ni el INE ni el Ayuntamiento detectara esa irregularidad que les permitía recibir servicios gratuitos en sanidad y educación sin tributar nada en España, independientemente del pago del IBI, luz y agua y de los impuestos directos de los productos que consumen, pero no los indirectos como el IRPF. Algo que se ha controlado recientemente con la depuración del censo llevada a cabo por el Instituto Nacional de Estadística. De ahí el amplio descenso de población en las localidades costeras alicantinas.

«El hecho de estar empadronado es un acto de responsabilidad y los comunitarios tienen también así derecho a voto, lo que muchos no saben», señala Grao. La edil de Residentes Internacionales, Sofía Álvarez, lo corrobora. «Acciones como las puestas en marcha harán que suban las inscripciones y las tarjetas sanitarias, lo que revertirá en los ingresos del municipio».

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