Los lodos acumulados en un soto del río entre las pedanías oriolanas de Correntías y Molins preocupan no sólo a los vecinos de la zona sino también a la Generalitat Valenciana, que no tiene constancia oficial del depósito de estos residuos retirados por la Confederación del cauce urbano del río a su paso por Orihuela. Los trabajos de retirada de lodos duraron un par de semanas durante el pasado mes de noviembre y todos ellos, tras ser sacados, acabaron depositados en cinco enormes balsas. Y ahí siguen.
Según ha podido saber este diario de fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente, en València no tienen constancia de la acumulación de los lodos en el soto del río ya que la CHS, según estas mismas fuentes, no ha informado de tal hecho a la Generalitat por lo que le piden explicaciones. Medio Ambiente desconoce también si el organismo de cuenca está cumpliendo con la normativa valenciana sobre el uso de lodos para tierras agrícolas, que según han indicado a este diario desde la propia CHS, es el uso que se le pretende dar a los lodos una vez desecados, ya que este organismo no ha pedido autorización a la Generalitat para comprobar que cumple con esta normativa, que es muy reciente y más estricta que la anterior. Además, el depósito de estos sedimentos debe cumplir también con la ley de residuos tóxicos, ésta estatal.
Desde la Conselleria de Medio Ambiente, a través de un alto cargo consultado por INFORMACIÓN, se insta a la CHS a depositar los lodos lejos de la población, para evitar malos olores, algo que denuncian los vecinos que se está produciendo, sobre todo al caer la noche. Y recuerdan que los sedimentos deben compostarse para poder utilizarse.
La Confederación Hidrográfica del Segura defiende que está cumpliendo con todas las normativas en materia de seguridad y que previamente a la retirada de los sedimentos del río se realizaron pruebas de laboratorio sobre diversas muestras para garantizar la seguridad en el proceso de desecado. Según estas fuentes de la CHS los técnicos de este organismo señalan que los depósitos sedimentarios extraídos han sido confinados en balsas de desecado con el fin de que vayan perdiendo la humedad de forma natural y, posteriormente, ser aplicados como enmiendas agrícolas para el enriquecimiento del suelo vegetal de las zonas verdes del río Segura.
Meandro
Los lodos se encuentran en un meandro del río, un espacio de uso público, junto a la CV-9220 y frente a un núcleo poblacional importante y donde en su día había una gran plantación de palmeras no autóctonas y que ahora se encuentra muy deteriorado. Una valla impide el paso y un cartel a la entrada explica que se trata de una «zona habilitada para la carga de residuos sólidos urbanos para su traslado, clasificación y posterior reciclaje» junto al motivo de que estén allí depositados los lodos que no es otro que «eliminación de arrastres depositados en el tramo urbano del encauzamiento del río Segura en Orihuela situado aguas arriba del Azud de las Presas» dentro de las actuaciones de emergencia llevadas a cabo por la CHS para reparar las infraestructuras dañadas por las inundaciones ocurridas entre el 17 y el 19 de diciembre de 2016.
Son cinco las balsas que acumulan los ya verdosos lodos por las algas, y que empiezan a desecarse. Otro cartel, firmado por dos ingenieros técnicos agrícolas, certifica que los lodos son aptos para su utilización agraria y, por lo tanto, pueden estar depositados en suelo rústico asimilado a suelo agrícola, ya que los valores límites de metales pesados contenidos en ellos cumplen con los requisitos establecidos por Real Decreto.
La edil socialista de Orihuela, Mari Carmen Moreno, denunció hace unas semanas la preocupación que tenían los vecinos por la acumulación de los lodos cerca de sus viviendas y consideró que los barros deberían llevarse a lugares autorizados. Además, pidió al Ayuntamiento que se mantuviera alerta por si tenía que pedir explicaciones a la CHS, que considera que el lugar utilizado es apto.
