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La Generalitat rebaja el ancho de la Cañada Real de la Costa en Guardamar de 75 a solo 10 metros

El municipio pidió la revisión de la vía pecuaria protegida en 2010 por «errónea»

Imagen de parte de las construcciones que ocupan la vía pecuaria de la Cañada Real. Tony SEvilla

De 75 metros a solo díez. Así ha quedado el ancho de la vía pecuaria de la Cañada Real de la Costa, según la resolución que acaba de hacer pública la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente. El recorrido discurre casi en paralelo a la costa entre Torrevieja y San Fulgencio, atravesando el término municipal guardamarenco, a lo largo de diez kilómetros y medio. La clasificación de las vías pecuarias del término municipal de Guardamar fue aprobada por una orden ministerial el 20 de febrero de 1981, con un proyecto de «clasificación» previo que data de 1975 y donde se describe el itinerario.

Durante todo este tiempo el camino, conservado por uso para el paso de ganado, no se había deslindado. Algo que ocurre con la gran mayoría de cañadas y veredas de España, declaradas pero desamparadas por no estar deslindadas, y su mayor parte usurpadas por la propiedad privada, por la falta de actuación administrativa para darles una definición legal. La mayor parte de vías pecuarias han perdido su sentido de camino para la trashumancia en la Vega Baja, aunque puntualmente siguen utilizándose. Tienen un valor patrimonial, histórico, cultural, económico y social ahora para su aprovechamiento como espacio público, «camino libre», y otros usos alternativos.

La administración ha tardado tanto en realizar esa labor que la mayor parte del camino no lo es, está cortado y ocupado por urbanizaciones en la zona del Moncayo -sin que el Ayuntamiento o la Generalitat advirtieran de esa afección a la hora de dar el visto a los planes urbanístico- o coinciden en su trazado con carreteras y calles en el casco urbano de Guardamar. La delimitación no es sencilla. De hecho, se ha realizado por una petición del Ayuntamiento de Guardamar de 2010. Es cuando se dirigió a la dirección territorial de Medio Ambiente para asegurar que la vía pecuaria tenía «errores». En especial en su anchura. Y la administración autonómica le ha dado la razón, tras iniciar el expediente de revisión en 2015, amparándose en unos «antecedentes documentales e históricos» que no aparecen en la resolución publicada. La anchura de «90 varas» (75 metros) tenía una explicación más allá de la necesidad del paso del ganado. Evitaba la reclamación por daños de los animales en los bancales y cultivos. Porque hasta esos límites de la franja el ganado si podía alimentarse sin problemas. Algo que pierde su sentido ahora.

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