A vista de pájaro no. A vista de Estación Espacial Internacional. Así se puede ver la Vega Baja por cortesía del astronauta español Pedro Duque que en un tweet y «por petición popular», enviaba una imagen captada desde la ISS donde se aprecia como nunca el sureste peninsular. Desde Águilas a Alicante, pasando por esta comarca que luce con orgullo sus lagunas, su huerta, sus sierras y su embalse de la Pedrera.

Los principales hitos de la geografía comarcal aparecen con gran definición en la imagen. De un rosado intenso, la laguna de Torrevieja. Grande y de contornos redondeados. De verde parduzco la de La Mata, con su característica forma triangular. Completando la dualidad del peculiar humedal torrevejense.

Más al interior, con forma de ocho, y con un destacado color turquesa se aprecia la lámina de agua dulce del pantano de La Pedrera. A los pies de la Sierra del Cristo, rodeado por los severos secanos de Torremendo y con el perfil lineal de la Sierra Escalona cerrando el sur. Una lámina de agua que en este momento ve mucho más reducida su extensión a causa de la sequía que agota poco a poco los recursos hídricos. Ahora al 25% de su capacidad, y que se mantiene en parte, con agua desalinizada, procedente de esa gran mancha azul a la derecha de la foto: el Mediterráneo. Junto a La Pedrera se ve el Cabezo de Hurchillo, la Sierra de Orihuela y ese cinturón verde de huerta fértil que apenas deja intuir la existencia del curso del río Segura a quienes saben que pasa por ahí. Y como si fuera otro hito más de la comarca, por ver se ven hasta los «agujeros» de los vasos que horadó el empresario Fenoll en la Sierra de Abanilla para ampliar su vertedero, ahora cerrado, a caballo entre Alicante y Murcia, muy cerca de la calva que también deja una cantera en Abanilla (Murcia).

En el extremo norte, en los límites con el Baix Vinalopó apenas una mancha blanca casi rectangular deja entrever El Hondo, que linda al sur con Catral. En el litoral, también las salinas de Santa Pola. Y al sur, junto a Pilar de la Horadada y los plásticos blancos de los invernaderos, la «laguna» del Mar Menor, de un verde que desata opiniones en las redes sociales sobre el estado ambiental de sus aguas.